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La Unión Eléctrica de Cuba reconoció que uno de las principales causas de los apagones en el país es la antigüedad de los equipos encargados de ofrecer el servicio.
El 40.6% de la potencia de generación de electricidad se produce con centrales termoeléctricas, que son 8 en todo el país con un total 19 bloques en explotación.
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Estas termoeléctricas fueron diseñadas para tener una vida útil de hasta 35 años, y en Cuba, excepto los dos bloques de Felton, que tienen 25 y 21 años, respectivamente, todos los demás tienen más de tres décadas de explotación y al menos siete trabajan desde hace 40 años, según explicó la UNE.
A esto se le suma la no ejecución de los mantenimientos planificados a las unidades de generación, así como la imposibilidad de adquirir en el mercado internacional las piezas de repuesto necesarias para arreglar las averías que se presentan, y en este sentido culpan al embargo norteamericano y la supuesta falta de acceso a créditos de instituciones financieras internacionales.
La UNE mencionó que otra causa que provoca afectaciones en el servicio eléctrico de Cuba es la calidad del combustible que se emplea en las termoeléctricas, que tras la desintegración del bloque socialista se readaptaron los sistemas de combustión para que quemaran crudo nacional, con características químicas que obligan a incrementar el régimen de limpieza de las calderas, acortar los plazos para los mantenimientos y hacerlos mismos; así como utilizar aditivos químicos que mejoren la calidad del crudo empleado.
Todo esto hace que se genere una crisis energética en Cuba con roturas constantemente en las termoeléctricas, con falta de estabilidad y seguridad en el servicio, así como la adopción de medidas urgentes cuando existe un problema de este tipo.
El monopolio de la energía eléctrica en Cuba explicó que a raíz de la crisis que existe en el servicio de planifican desconexiones del mismo en todas las provincias del país.
"Esta planificación consiste en distribuir las horas del día en 4 bloques de circuitos organizados por un tiempo de apagón no mayor de 4 horas cada uno", explicaron.
Sin embargo, hay quejas de que los apagones duran más del tiempo planificado y para justificarlo esgrimieron tres posibles razones.
La primera es que en ocasiones ocurre que "la coincidencia de la utilización de la electricidad en el mismo tiempo, hace que se disparen los circuitos en el momento de la reconexión y haya que aguardar algún tiempo para ir gradualmente aumentando la carga reconectada".
También puede ocurrir que en un territorio se disponga de uno o dos carros de servicio eléctrico para ejecutar todas las manipulaciones a los interruptores que restablecen el servicio e inevitablemente, estos carros no pueden accionar todos los interruptores al mismo tiempo. "El proceso de reconexión comienza al concluir las 4 horas planificadas para ese bloque y pudiera tardar algunos minutos hasta que se logren concluir todas las manipulaciones", añadieron.
Otro motivo que puede extender en el tiempo las afectaciones puede que estén vinculadas a otras averías en el momento de la reconexión y la disponibilidad de potencia no sea suficiente para cubrir la demanda de ese momento.
Las declaraciones de la Unión Eléctrica de Cuba ocurren luego que el país registrara apagones en todos los territorios del archipiélago, generando descontento en la población y que pudo ser uno de los motivos que obligó al pueblo a salir a protestar el 11J en más de 60 localidades.
El discurso oficialista insiste en que tienen controlada la situación y que incluso se han destinado recursos financieros y humanos para enfrentar el problema, pero continúan los cortes de electricidad en el sector doméstico y el descontento de los ciudadanos que viven un momento de tensión por el confinamiento que provoca el coronavirus y las altas temperaturas del verano.
En días previos, Miguel Díaz-Canel dijo que la población tenía que saber en qué momento le cortarían el servicio eléctrico y ordenó a los directivos y medios de comunicación a que se distribuyera la información, pero poco se ha hablado de los planes concretos que desarrollará el gobierno para solucionar un problema que recuerda a muchos los momentos críticos del Período Especial.
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