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El artista y activista cubano, Luis Manuel Otero Alcántara, cumplió este lunes 53 días tras las rejas en la Prisión de Máxima Seguridad de Guanajay y se mantiene estable de ánimo, dibujando y calmado a pesar del riesgo para su integridad física que implica su detención.
“El artista Luis Manuel Otero Alcántara continúa detenido en la Prisión de Máxima Seguridad de Guanajay. Hoy 6 de septiembre hace 53 días exactamente. Solo le permiten llamar dos veces a la semana, apenas 3 minutos. La última llamada que realizó fue el jueves 2 de septiembre”, informó la curadora y activista Claudia Genlui Hidalgo.
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En un post compartido a través de la cuenta de Facebook de Otero Alcántara, líder del Movimiento San Isidro (MSI), la joven actualizó sobre el estado del artista, quien fue detenido al salir de su casa para manifestarse pacíficamente en las protestas del 11J.
“De manera general se encuentra bien de salud, si se tiene en cuenta que su celda estuvo en aislamiento por COVID y amenaza de dengue. Se mantiene estable de ánimo, calmado… Se ha mantenido dibujando, lo que evidencia cómo el arte continúa salvando aún en las peores circunstancias”, dijo la activista y compañera de Otero Alcántara.
En cuanto a su situación procesal, no ha habido cambios, según Genlui. De momento sigue sin fecha para el juicio y se mantienen los cargos de la fiscalía contra él. “No hay fecha de juicio y el expediente 24 (Atentado, Resistencia y Desacato) continúa siendo la causa por la que está en prisión provisional”.
“El 1ro de septiembre su abogado, Clemente Morgado, fue notificado de que la petición de cambio de medida presentada el 11 de agosto en el Órgano de Instrucción Contra los Delitos de la Seguridad del Estado (Villa Marista) había sido negada, por lo que el día 3 de septiembre se presentó un recurso de queja”, explicó Genlui en su post de Facebook.
Además, aprovechó para subrayar una vez más que Otero Alcántara es un artista sin antecedentes penales que está encerrado en una prisión de máxima seguridad por solo ejercer su derecho a la libertad de expresión.
“Tanto por la situación epidemiológica como por posibles ‘situaciones’, la vida de Luis Manuel Otero Alcántara se encuentra en peligro. El único responsable ante cualquier suceso es el Gobierno cubano”, señaló la activista.
A mediados de agosto, Genlui denunció que Otero Alcántara estaba siendo provocado en la prisión. “Luis Manuel Otero Alcántara me acaba de llamar hoy 19 de agosto para decirme que en la cárcel lo están molestando”, expuso la curadora de arte, añadiendo que “de manera intencional se están manejando situaciones para incomodarlo y provocarlo”.
Días antes, mientras cumplía un mes de injusto encarcelamiento, el artista independiente lanzó una iniciativa cívico-artística desde la prisión, en la que convocó a los cubanos a escribir la carta de renuncia del gobernante Díaz-Canel para acelerar la transición del poder en la Isla.
“Su capacidad de crear no se ve frenada ante la injusticia. Desde la prisión de Máxima Seguridad de Guanajay en Cuba, Alcántara convoca a participar en el proyecto de arte: CARTA DE RENUNCIA”, anunció Genlui a través de redes sociales.
El proyecto tiene el objetivo de “poner a disposición de Miguel Díaz Canel un total de 10 cartas para que él elija una y renuncie a la presidencia de Cuba para facilitar/acelerar la transición de poder en la isla, co-creando un espacio de imaginación colectiva”, explicó la curadora.
A finales de julio, el Grupo de Trabajo contra las Detenciones Arbitrarias -adscrito a la Organización de Naciones Unidas (ONU)- empezó a examinar el caso de Otero Alcántara, remitido por el abogado turco, experto en derechos humanos, Kurtulus Bastimar.
En teoría, pasado un plazo de 15 días, las autoridades cubanas recibirían una comunicación de la ONU pidiéndoles que preparen su defensa ante la acusación de haberle violado a Alcántara derechos humanos fundamentales como el de expresión, reunión y asociación.
Hasta el momento se desconoce si las autoridades cubanas recibieron la comunicación y si, en caso de haberlo hecho, tienen preparados sus argumentos para justificar por qué motivos internó 30 días al artista en el hospital Calixto García y lo sometió a torturas, tal y como denunció el artista.
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