El gobierno Díaz-Canel, cada día más errático para desgracia de los cubanos, sigue sin reaccionar públicamente al grave incidente ocurrido en el aeropuerto de Varadero, donde un par de tiñosas chocaron con un avión de la aerolínea Azurair, cargado de turistas rusos que volvían a casa, obligando al piloto a abortar el despegue durante la carrera por la pista.
¿Qué sistema tiene Cuba para ahuyentar las aves de sus aeropuertos? ¿Qué falló en Varadero el 23 de septiembre para que pasajeros del mayor emisor de turistas corrieran riesgos por el impacto de tiñosas contra la proa y el motor derecho del Boeing 767-300 de Azuair?
¿Los aeropuertos cubanos aplican el Manual para el control y manejo de la fauna de riesgo, elaborado por los expertos Blanco, Sánchez y Sierra; y publicado por Ecasa, en 2012? ¿ El estudio sobre la incidencia de las tiñosas en un aeropuerto cubano, de Godínez, González, Hernández y Álvarez forma parte de la estrategia gubernamental de seguridad aérea?
Una fuente del propio aeropuerto de Varadero indicó a CiberCuba que -desde hace año y medio- no cuentan con un sistema disuasorio de aves en las inmediaciones de la terminal área.
La mayoría de los países conceden a la seguridad aérea una importancia estratégica, y Cuba no debe permitirse descuidos que generen sensación de inseguridad para la aeronavegabilidad; y las tiñosas en aeropuertos cubanos es un mal antiguo
¿Ha habido sancionados por el incidente o todo quedará en casa, hasta el siguiente lío? ¿Esta es la idea de socialismo próspero y sostenible que propugna el presidente Miguel Díaz-Canel? ¿Esta es la nueva política de comunicación social del devaluado partido comunista?
CiberCuba intentó obtener una reacción del Instituto Aeronáutico Civil de Cuba (IACC) y -como es habitual- no hubo respuesta.
El turismo debe ser una de las principales fuentes de ingresos en Cuba, pese a sus carencias de todo tipo, que ya ha provocado la huida de turistas rusos hacia la vecina República Dominicana, con iguales playas y mejores servicios; pero incidentes como el del avión ruso en Varadero y el intento de estafa con pruebas PCR trucadas, que provocó un conteo de protección del embajador de Moscú en La Habana, nadie arrienda la ganancia.
El incidente durante el despegue en Varadero, publicado por medios, agencias y los propios turistas rusos que filmaron la turbina derecha del avión en llamas, revela la irresponsabilidad del ministro del Transportes y del general al mando del IACC, un superestructura de burócratas verde oliva, destructores de la aviación civil cubana a golpe de errores y negocios de dudosa rentabilidad estatal y jugosa para los bolsillos de algunos. ¡Liborio paga!
La táctica de silenciar u omitir parte de los incidentes aéreos solo resta credibilidad al gobierno, que no tuvo peor ocurrencia que mandar al ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, a asegurar que, cuando Cuba se reabra gradualmente al turismo el 15 de noviembre, la calidad de los servicios aeroportuarios estará garantizada.
Rodriguez Dávila, 48 horas después del ocultado incidente aéreo, dio rienda suelta a su psicofancia y dejó estas perlas, siempre según la Agencia Cubana de Noticias (ACN):
Se respira aquí entusiasmo y alto espíritu de trabajo, (...) un aeropuerto donde intervienen tantos factores diferentes, (...) el país creó una comisión multidisciplinaria que integran Salud Pública, Transporte, el Ministerio del Interior y la Aduana General de la República que recorrieron los aeropuertos y dejaron en cada lugar un conjunto de acciones que hay que ejecutar para garantizar calidad y seguridad tanto en pasajeros como trabajadores...
Llueve sobre mojado; el peor gobierno posible para la peor etapa de Cuba en el siglo XXI; una sucesión de catibías argumentales en cascadas, inaugurada por aquellos corrientazos que sintió Díaz-Canel, cuando Venezuela redujo los pagos en petróleo, seguidos por la limonada como base de todo; mi amor, es que nos hemos quedado sin combustible y lo que venga.
Incidentes como el del avión ruso despegando de Varadero ocurren en todo el mundo, como el mítico amarizaje de un experto piloto norteamericano en el río Hudson; la diferencia es que Nueva York recibe anualmente 50 millones de turistas que dan para pagar indemnizaciones, incluidos daños a terceros y Cuba no tiene ni donde amarrar la chiva; aunque el aeropuerto "Juan Gualberto Gómez" ostente la condición de Vanguardia Nacional.
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