Una madre cubana de la ciudad de Camagüey confiesa que sus “hijos no saben lo que es cumpleaños”.
“Tengo el sueño de darle un hogar a mis tres niños, de que cada uno tenga un cuarto de tener una casa. Mi sueño es tener una casa. Yo no quiero ser millonaria, pero tengo la ilusión de que mis hijos jueguen con muñecos, de que pueda ponerles ropas lindas. Mis hijos no saben ni lo que es un cumpleaños, porque no tengo la posibilidad de hacérselo”, declaró Lisandra Redondo Zomosa al portal Cubanet.
Ella es madre de tres niños entre seis y dos años de edad y reside en un local, facilitado por el gobierno municipal de la ciudad de Camagüey, que se está cayendo, desde hace dos años por ser considerada “un caso social”.
En el video que comparte el citado medio en su canal de Youtube, Lisandra refiere que se encuentra “en pleno apagón, con tres niños desde por la mañana sin poderle dar desayuno ni nada, porque no tengo gas licuado, todo lo que tengo es eléctrico”.
“Supuestamente el gobierno me va a dar una casa o un apartamento, pero llevo aquí dos años, y lo único que me han dado hasta ahora son dos camas”, relata también la madre de tres niños, que tampoco cuenta con el apoyo del padre de sus hijos.
“Tengo a este niño que es super enfermizo, que nació prematuro con 36 semanas, tengo a mi hija que es asmática crónica, tengo a este otro que es alérgico y asmático. Ahora mismo no tengo nada que darles porque están con catarro, estuvieron ingresados por mordidas de ratón”, detalla sobre la salud de sus pequeños.
Lisandra refiere, además, que “he ido a donde quiera y lo único que hacen es pelotearnos, no solamente a mí, a todos los que convivimos aquí adentro. Ellos saben (gobierno) todos los problemas que hay aquí dentro, y aquí no viene absolutamente nadie a vernos a nosotros”.
“Vivo de lo que me regalan los vecinos. Cuando no tengo comida debo estar pidiendo de limosna, porque realmente lo que me dan en la chequera no me alcanza. Yo lo agradezco, pero en este país no se vive ni con 10 mil pesos”, argumenta.
Esta joven madre dice que “necesito que me saquen de aquí. También he pedido círculo infantil (guardería) para mis hijos chiquitos, porque yo me podría poner a trabajar y ganar dinero con mi propio sudor y salir de aquí, pero tampoco”.
“Los gobiernos de los municipios tienen viviendo a las personas en condiciones infrahumanas. Es inaudito que tres niños no se han podido poner la vacuna, porque tienen catarro por toda la humedad de este lugar. Esto se está cayendo, está lleno de tierra, de polvo; entonces, una habla las cosas y te quieren caer a palo porque eres contrarrevolucionaria. No, yo no soy contrarrevolucionaria, porque yo amo a mi país, pero no puedo seguir viviendo así. No me puedo tirar para la calle, porque me van a moler a palos y yo tengo tres niños que criar y tengo que mantenerlos”, concluye Lisandra.
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