Estados Unidos condenó este martes la decisión del gobierno cubano de negar la autorización a las marchas pacíficas convocadas en varias provincias del país el próximo 15 de noviembre.
“Es la libertad de expresión, es la libertad de reunirse pacíficamente lo que el gobierno cubano le ha negado a su pueblo”, dijo en conferencia de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
Price llamó al gobierno en La Habana a respetar las libertades y los derechos fundamentales del pueblo cubano, y negó que Washington tuviera relación alguna con las movilizaciones.
Los organizadores de las manifestaciones, integrantes de la plataforma Archipiélago, respaldaron sus solicitudes con lo expresado por el artículo 56 de la Constitución de Cuba, que reconoce a los ciudadanos de la isla el derecho a reunirse, manifestarse y asociarse con fines lícitos y pacíficos.
Sin embargo, las autoridades del país consideraron “ilegítimas” las razones de la convocatoria, ya que supuestamente pretende cambiar el sistema socialista “irrevocable” refrendado por la Carta Magna. Además, acusan a los organizadores de estar inmiscuidos en planes “desestabilizadores” y sostener vínculos “con organizaciones subversivas o agencias financiadas por el gobierno estadounidense”.
“Lo que sucedió en julio, lo que sucedió en los días y semanas posteriores a eso, no se trataba de Estados Unidos. Se trataba de la conducta del régimen cubano, las aspiraciones insatisfechas del pueblo cubano por libertad, por dignidad, por prosperidad, elementos que les han sido negados por este régimen durante demasiado tiempo, desde 1959”, sostuvo.
Asimismo, condenó la represión desatada contra los manifestantes del 11J y exigió la liberación inmediata de los centenares de detenidos por las protestas, denunciando también las “desapariciones” y procesos sumarios para condenarlos.
“La violencia que hemos visto, las detenciones que hemos visto, la represión que hemos visto, ahora la prohibición a la protesta pacífica que hemos visto, todo esto nos recuerda que el pueblo cubano está pagando muy caro su lucha por la libertad”, aseguró Price.
En horas recientes, la plataforma Archipiélago anunció en redes sociales que emprendería la llamada “marcha cívica por el cambio” a pesar de la negativa de las autoridades.
“La respuesta del régimen demuestra una vez más que no existe en Cuba el Estado de Derecho, que no están dispuestos a respetar ni siquiera su propia constitución y que violan los Derechos Humanos de los cubanos”, denuncia una publicación del grupo.
“La respuesta del régimen ha dejado en ridículo al propio presidente del Tribunal Supremo quien dijo que Cuba respetaría el derecho a la manifestación. La respuesta del régimen está llena de falsedades, difamaciones y mentiras. La respuesta del régimen constituye un crimen. El 15 de noviembre nuestra decisión personal será marchar cívica y pacíficamente por nuestros derechos. Frente al autoritarismo responderemos con civismo y más civismo”, agregaron.
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