El prisionero político Luis Robles Elizástegui, detenido por la Seguridad del Estado tras manifestarse en la calle exigiendo el cese de la represión y la liberación del rapero Denis Solís, denunció haber sufrido torturas físicas y psicológicas en la prisión.
“Tuve unos meses muy difíciles, con la policía arriba de mí todo el tiempo, con torturas psicológicas. Me encadenaban sin razón, por gusto. Por hablar con la oposición me ponían en celda de castigo para evitar que me comunicara”, denunció este jueves el joven en una conversación telefónica sostenida con el opositor Ángel Moya Acosta.
Este sábado 4 de diciembre, Robles Elizástegui cumple exactamente un año de estar detenido por salir manifestarse pacíficamente en el Boulevard de San Rafael con un cartel rotulado por él demandando la liberación de Solís y el fin de la violencia que la Seguridad del Estado ejercía contra el Movimiento San Isidro (MSI) durante los días posteriores al acuartelamiento en la sede de varios de sus integrantes, violentamente desalojados con posterioridad.
“Me encuentro preso en el Combinado del Este, cerca de cumplir un año. Todavía no se me han hecho juicio, no me han dicho nada, no sé qué piensan hacer conmigo”, declaró el joven en la conversación con Moya Acosta.
Asimismo, explicó en qué consistía el “encadenamiento” al que era sometido en ocasiones, según denunció. “Consiste en la sujeción mediante un sistema de esposas que les llaman ‘Shakiras’, una cadena que te rodea la cintura y de las que salen otras que atan manos y pies. Me dejan horas así en un cuarto, de pie, sin permitir que me siente”, relató.
Robles Elizástegui también denunció estar rodeado de “chivatones”, o presos comunes que se prestan para delatar a los guardias del penal y a la policía el comportamiento de otros presos. “De hecho, los castigos que me han impuesto muchas veces es por culpa de estos chivatones que les cuentan a los policías las cosas que uno habla o lo que haces”, reveló.
El trato denigrante y vejatorio sufrido por los presos políticos en Cuba también fue expuesto por el joven. “Te desnudan delante de otros presos, te mantienen horas encadenado sin motivo. Yo he estado hasta en 5 ocasiones en celda de castigo”, afirmó.
“Las dos últimas ocasiones me llevaron [a celda de castigo] por hacer denuncias públicas sobre las violaciones de los derechos humanos que aquí se cometen. En la última ocasión me dejaron sin comer tres días”, aseguró el activista por los derechos humanos que se encuentra confinado en el Edificio 3, 4º Norte, Compañía 3406 de la prisión del Combinado del Este.
“Preso político y de conciencia, Luis Robles, varias veces sometido a tratos crueles, inhumanos y degradantes (tortura) por orden de los represores de La Seguridad del Estado”, indicó el opositor cubano Ángel Moya en un post de Facebook en el que compartió la grabación de la llamada realizada por Robles Elizástegui desde la prisión.
Graduado de informática y natural de la provincia de Guantánamo, el joven cubano pasó este jueves su cumpleaños número 29 en la prisión. Acusado de los presuntos delitos de "propaganda enemiga" y "resistencia", la Fiscalía pide para él una pena conjunta de seis años por salir a la calle con un cartel pidiendo el fin de la represión y justicia para Solís.
Luego de un año detenido por este motivo, todavía no hay fecha para su juicio. Inicialmente programado para celebrarse el 16 de julio en el Tribunal Municipal Popular de Diez de Octubre, el juicio fue suspendido a raíz de las protestas antigubernamentales que tuvieron lugar el pasado 11 de julio.
A mediados de agosto, la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) exigió la liberación del joven cubano. En un tuit publicado por José Miguel Vivanco, director ejecutivo para las Américas de HRW denunció su permanencia por 15 días en una celda de castigo y su encarcelamiento por el único "crimen" de protestar pacíficamente pidiendo "libertad" y "no+represión".
Declarado prisionero de conciencia por la ONG Prisoners Defenders (PD) desde enero de 2021, las autoridades han negado en dos ocasiones a Robles un cambio de medida cautelar reclamado por su abogado.
Su caso ha motivado numerosas quejas de instituciones y organizaciones que monitorean la situación de los Derechos Humanos en la isla. El Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas dictaminó hace meses que su arresto califica como detención arbitraria e instó al gobierno cubano a ponerlo en libertad.
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