El activista cubano Osmani Pardo Guerra, condenado a un año de prisión domiciliar, dijo en Facebook que necesita ayuda de un psicólogo, para recuperarse de todo el estrés que le ha provocado su proceso judicial y la arbitraria sanción que recibió.
En la publicación afirmó además que se alejará por un tiempo de las redes sociales para ocuparse de la salud de su mamá (paciente oncológica), quien recibiera un fuerte golpe en el pecho por parte de los policías que lo detuvieron en marzo de 2021.
Pardo Guerra explicó además que ver tantas injusticias, no solo contra él, sino contra cientos de jóvenes cubanos que solo quieren un cambio en el país, lo deprimen. “Estoy que ni duermo, verdaderamente necesito ayuda de algún psicólogo, los que me conocen saben que me tomo las cosas a pecho”, añadió el activista en su post.
Asimismo dijo que aunque su cuerpo ahora tenga que permanecer encerrado, su mente nunca dejará de ser libre. “Nunca más seré esclavo y nunca perderé mi fe”, comentó. También expresó que no perderá las ganas, pues el amor por su familia y por Cuba lo mantienen en pie.
Más de 100 internautas han reaccionado a la emotiva publicación y han enviado mensajes de solidaridad a Osmani, víctima de la represión del régimen. “Todos tenemos el derecho de descansar por un tiempo. Ha sido mucho lo que has vivido. Descansa y regresa renovado ”, comentó el periodista independiente Héctor Luis Valdés Cocho. “Muchas bendiciones para ti y tu familia, desde Venezuela te apoyamos”, dijo un usuario. “Estamos y estaremos conectados Osmani. ¡Libertad, Patria y Vida!”, afirmó otro amigo.
El pasado 13 de diciembre tuvo lugar el juicio sumario de Osmani Pardo Guerra, acusado del falso delito de resistencia. La sanción del Tribunal Municipal de Marianao fue de un año de reclusión domiciliaria. También implica que tenga que presentarse ante un juez de ejecución cada vez que sea citado.
Durante el proceso, Pardo Guerra presentó una carta de buena conducta, firmada por vecinos de su comunidad, incluida la presidenta del CDR donde vive el activista. La justificación para no aceptar el documento, fue que a este le faltaba un cuño.
Si bien el aval no pudo ser presentado en el juicio, sirvió para que la opinión pública supiera que las acusaciones de antisocial y alcohólico que le querían imputar no tenían fundamento. En cuanto al delito de resistencia por el que lo condenaron, Osmani ha dicho en múltiples ocasiones que nunca impidió el arresto ni actuó con violencia contra la policía.
El propio activista, uno de los acuartelados en San Isidro, relató que la agresividad de la detención provino de los oficiales, quienes rompieron la puerta de su casa, golpearon a su mamá y lo agarraron por el cuello para llevarlo sin esposar hasta la patrulla.
El arresto fue una represalia a la respuesta que Pardo Guerra diera a un acto de repudio que le hicieron en su vivienda en marzo de este año, cuando reprodujo en alto el tema Patria y Vida, convertido en himno para todos los que se oponen a la dictadura.
El daño psicológico se suma a los perjuicios físicos, económicos y de derechos humanos que sufren activistas, periodistas, artistas independientes. A inicios de diciembre, Thais Mailén Franco fue diagnosticada con trastorno de estrés postraumático por una especialista de un centro de salud mental habanero. Franco, madre de tres niños, sufre de esta condición como consecuencia directa de la represión y el hostigamiento al que ha sido sometida durante los últimos meses por parte de la Seguridad del Estado.
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