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El gobernante Miguel Díaz-Canel afirmó que el Partido Comunista de Cuba (PCC) busca prosperidad y “riqueza espiritual superior”, en su discurso de clausura de la Asamblea Provincial del Partido de La Habana, que publica íntegramente este miércoles el portal oficialista Cubadebate.
El primer secretario del PCC en la isla reiteró que su organización partidista “lucha por una prosperidad que abarque desde la alimentación hasta la recreación, que incluya el desarrollo científico, una riqueza espiritual superior, el bienestar y que empodere el diseño de lo funcional y lo bello”.
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También afirmó que el PCC mantendrá la defensa de su esencia y del socialismo “que son la independencia, la soberanía, la democracia socialista, la paz, la eficiencia económica, la seguridad y las conquistas de justicia social”.
Justificó, además, el pobre impacto de las estrategias político-ideológica- económico-social del PCC en la isla con el recrudecimiento del embargo de Estados Unidos hacia la isla, la existencia de una Guerra No Convencional contra Cuba para intoxicar en las redes sociales y la pandemia de coronavirus.
“El mundo hoy vive un escenario de disputas simbólicas de poder y guerra cultural y comunicacional que el imperialismo de los Estados Unidos ha venido pregonando desde hace años y que hoy agrede y deja indefensas a varias sociedades en el planeta”, apuntó el mandatario cubano.
También, apuntó, en referencia a lo que llamó “bloqueo recrudecido” que “esas medidas golpearon fuertemente nuestras fuentes de ingresos, golpearon fuertemente nuestras exportaciones y un grupo de actividades económicas fundamentales como el turismo”.
Además, dijo, “han fracturado las relaciones entre las familias cubanas en Cuba y en el exterior; nos han ocasionado enormes dificultades en las operaciones financieras y por eso hemos tenido que resistir en unas condiciones donde nos han faltado insumos para nuestros principales procesos productivos y de servicios, de desabastecimiento de alimentos, combustibles y medicamentos”.
Asimismo, consideró que “los factores de crisis multilaterales presentes en los últimos años han sido acelerados por la pandemia, se ha elevado la enajenación social de los individuos, por encima de la solidaridad aparece el egoísmo y la despolitización de la sociedad y eso favorece los proyectos de la derecha ultraconservadora, y ustedes han visto cómo en el mundo se ha empezado a manifestar también con determinada peculiaridad el regreso a las ideas del fascismo”.
Bajo ese contexto, aseguró Díaz-Canel, “ahora se nos suman los problemas del abasto de agua con la sequía, la inflación, los altos precios, las interminables colas, los problemas en el transporte, y todo eso va ocasionando agobio, malestar”.
Añadió también a la cadena de problemas internos, agravados por los factores externos antes mencionados, la inestabilidad del servicio electroenergético nacional, “que han provocado los incómodos apagones”.
En ese listado incluyó también la ocurrencia de “hechos vandálicos, hechos contrarrevolucionarios que hemos tenido también que enfrentar, y la existencia de algunos fenómenos que provocan que haya una determinada manera de distribución por canales que se desvían de los conceptos de justicia social que defiende nuestra construcción socialista”, en alusión a las manifestaciones de protesta popular del 11J y a la proliferación del mercado informal, ante las carencias, alimentado por la corrupción de funcionarios y una burocracia cada vez más creciente en al isla.
Díaz-Canel aseguró en su discurso que “para avanzar en la Estrategia Económico-Social tenemos que seguir manteniendo el control sobre la pandemia que es lo que nos ha permitido abrir las fronteras, comenzar a reanimar la vida económica y social del país”.
Insistió en que “todas las soluciones que vayamos a darles a los problemas económicos tienen que ser soluciones socialistas, tienen que ser transformaciones socialistas, que nos permitan recuperar equilibrios sociales, mantener la propiedad social como hegemónica, que vayan al análisis de la eficiencia, del ahorro, que no hablemos solo de oferta y demanda”.
Consideró que aunque en el mercado cubano intervengan diferentes actores económicos, debe estar “regulado por el Estado”.
“La matriz de actores económicos tiene que avanzar de una manera estructurada y no fragmentada hacia el objetivo de la construcción socialista”, puntualizó.
Orientó que tanto los actores económicos del Estado, la empresa estatal, como los actores económicos cooperativos y del sector no estatal tienen que “trabajar complementados, en función y participando en los principales programas de desarrollo económico y social, en los proyectos de desarrollo local, y tienen que estar articulados todos esos actores económicos con los actores sociales, con los actores políticos y con los actores civiles”.
“Por lo tanto, si hay una empresa estatal o una pyme no estatal, ahí tenemos que tener Partido, tener Juventud, tiene que haber sindicato; ahí hay mujeres que tienen que ser atendidas por la Federación, ahí las personas son cederistas. ¿Entienden lo que explicamos? Nada de estos procesos se puede ver fragmentado del tejido social y político de nuestro país”, precisó el gobernante, quien vuelve a apostar por la preponderancia de la empresa estatal socialista.
“El futuro del país, el futuro de la construcción socialista del país requiere del éxito de la empresa estatal socialista por la concepción ideológica que defiende y porque está encaminada a ser la principal en la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo”, concluyó Díaz-Canel.
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