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Más de 8,000 consumidores de la provincia Sancti Spíritus no han recibido el pollo normado que les corresponde en este año, según las cuotas establecidas por el racionamiento del Estado cubano y distribuidas a través de la libreta de abastecimiento.
De los 465,931 habitantes de la provincia (según censo de 2017), casi el dos por ciento (1,7%) de los espirituanos lleva casi medio año sin que se les abastezcan las magras cuotas de pollo que les corresponden, según Escambray.
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“Sin contabilizar la deuda del 2021, las exorbitantes cifras arrojan que en lo que va de año en las bodegas de la provincia han faltado unas 6 toneladas de pollo (unos 6,000 kilogramos), un 5 por ciento del total y por ese concepto han dejado de recibir el producto alrededor de 8,000 consumidores del territorio, con mayor incidencia en la cabecera provincial con un déficit de 2,188 kilogramos”, afirmó el medio oficialista.
La denuncia hecha por el periódico local contrasta con el discurso habitual de la prensa oficialista cubana, en la que los problemas del país siempre están siendo analizados, en vías de solución o son consecuencia del “bloqueo” de Estados Unidos.
Sin embargo, artículos críticos publicados en medios locales en los últimos tiempos señalan una especie de tendencia en las redacciones provinciales por buscar explicaciones a los problemas de los ciudadanos, en un ejercicio de rendición de cuentas inusual en el periodismo propagandístico al servicio del régimen.
“Lo peor es que desde diciembre del pasado año hasta marzo dejé de comprar la cuota de seis personas, incluidos dos niños. Cuando llegó la última vez, nadie mencionó la famosa merma (margen razonable de pérdidas o diferencias que asume el comercio al por menor) que me deben desde el pasado año”, explicó a Escambray el médico Reinaldo Rodríguez.
Especialistas como el galeno “necesitan tener su mente despejada”, algo prácticamente imposible, según el periódico espirituano, “en medio de tantas colas, descontroles e imprecisiones por parte de distribuidores y vendedores a la hora de adquirir el pollo normado”.
En un artículo titulado “El pollo que no retorna”, la veterana reportera de Escambray especializada en temas económicos, Carmen Rodríguez, dio voz a unos cuantos de los miles de espirituanos que no han podido comprar el pollo por la libreta en lo que va del año.
Teniendo en cuenta lo que el régimen cubano distribuye en los puntos de venta, salvo -quizás- derivados y subproductos cárnicos, más de 8,000 espirituanos llevan medio año sin probar proteínas de origen animal; a menos que hubieran estado en condiciones de pagar por ella en MLC, a unos precios que serían prohibitivos hasta para cirujanos y otros profesionales con “buenos” salarios.
Deisy, María Esther Rueda y “decenas de espirituanos afectados no han sido tan conformes y han llamado a la Zona de Comercio y las direcciones municipal y provincial del organismo” para exigir explicaciones.
“Problemas con las neveras en las casillas, casilleros a veces sin control”, las autoridades ofrecieron varias explicaciones, pero ninguna logró justificar el desabastecimiento de carne de pollo que padecen miles de espirituanos y que, por extensión, se podría suponer que afecta a decenas de miles de cubanos.
“Lo trajeron en la mañana, empezaron a venderlo a las tres de la tarde, pero la bodega cerró a las seis. Cuando al otro día fui temprano a comprarlo ya no había, aunque el casillero dijo que había llegado completo”, protestó una de las afectadas.
La especialista de Alimentos en el Grupo Empresarial de Comercio en Sancti Spíritus, Yyalín Menéndez León, explicó a Escambray que “desde el mes de junio del 2021 no se paga merma de pollo, algo que se ha reclamado a la Empresa Cárnica con copia al ministerio de Comercio Interior (Mincin)”.
La Resolución No. 26 de ese ministerio estipula, según el medio espirituano, “que cuando se comercializa el pollo procedente de Estados Unidos la merma es de hasta un 4 por ciento y cuando es de otra nacionalidad, hasta un 2 por ciento”. También que “son los municipios los encargados de reclamar [estas mermas]”.
“Se han hecho muestreos que evidencian que el de Norteamérica es más proclive a mermar porque tiene mucha agua, es más grueso, y hoy casi todo el que llega a Cuba es de esa procedencia. El que viene de Argentina o Brasil es un pollo más compacto y de carne magra, que se degrada menos, aunque en muchas ocasiones tampoco alcanza”, aseguró Menéndez León en unas declaraciones que reconocen oficialmente la posibilidad del régimen cubano de importar alimentos desde los Estados Unidos, a pesar de su insistencia en el “bloqueo” para justificar todos los males que aquejan a los ciudadanos.
“Está reclamado e informado, pero lo cierto es que no existe disponibilidad del producto”, explicó la funcionaria, asegurando que el Mincin “reconoce el problema” y tiene la voluntad de solucionarlo, “pero debe ser aprobado por el ministerio de Economía y Planificación”.
Según el medio oficialista, está demostrado “que hay pérdida de hielo y, según los entendidos, no hay una caja que tenga más de 13.5 kilogramos de los 15 que debe pesar”. Teniendo eso en cuenta, preguntó ¿no resulta más adecuado entregar las cifras que llevan las bodegas teniendo en cuenta esos indicadores, o los consumidores deben seguir esperando por un cargamento de merma que no llega y se incrementa mes por mes?
Administraciones que no dan respuestas claras, falta de transparencia y corrupción en los puntos de venta… “No por gusto casi nadie acaba de entender un maquiavélico entramado que da lugar a que unos no puedan adquirirlo, otros se cuestionen si ante ese río revuelto alguien se beneficia o que algunos piensen que la trampa no solo está en el hielo acompañante de la mercancía, sino también en el pesaje cuando dan menos de lo que corresponde”, concluyó el medio oficialista.
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