El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dio otra vuelta más de rosca a la política migratoria de su estado, tras firmar una nueva ley con la que pretende ponerle freno a la escalada de migrantes irregulares que allí están llegando.
Según EFE, con esta legislación, DeSantis endureció desde este viernes las disposiciones migratorias de Florida, ya que ahora quedan prohibidos los contratos públicos con empresas que brinden ayuda y transporte a inmigrantes irregulares, incluidos menores no acompañados.
También con esta ley se amplía el concepto de "política de santuario" para que los departamentos de policías locales proporcionen información migratoria a las autoridades federales, sin que sean limitados por las ciudades o condados de Florida.
Además, en lo adelante las agencias del orden que operen centros de detención de migrantes deberán tener un acuerdo firmado con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés), para participar en el programa 287(g), mediante el cual los agentes locales pueden realizar funciones de aplicación de la ley de inmigración.
Esta ley, denominada SB 1808, incluso, puede penalizar a organizaciones religiosas como Caridades Católicas por cuidar a niños migrantes que llegan al país sin la compañía de sus padres y a aquellos que se encuentran en un estado de vulnerabilidad al negarles las licencias estatales.
El gobernador republicano, además de aprobar esta ley, prometió la creación de un cuerpo especial “de ataque”, con efectivos de la Patrulla de Carreteras y agentes locales para enfrentar a la redes de tráfico de personas y de drogas.
La llegada del presidente Joe Biden a la Casa Blanca en enero de 2021 supuso "abrir la frontera" con México ya que en mayo se detuvieron 239,000 inmigrantes documentados en la frontera, apuntó DeSantis en conferencia de prensa para anunciar el viernes último la firma de su nueva Ley.
Esa cifra, puntualizó, es la mayor que se tiene registro en los últimos años, además de considerar que las políticas en materia migratoria de Biden son dañinas para Estados Unidos, porque en partes del país se trata a los indocumentados "casi mejor que a los ciudadanos estadounidenses en algunos aspectos".
El gobernador insistió en que no será así en Florida, donde ahora por Ley se "protegerá a los floridanos de la crisis fronteriza de Biden" y no se permitirá que empresas con contratos con el Gobierno federal para transportar o cuidar de inmigrantes indocumentados tengan vínculos económicos con gobiernos estatales y locales en la región que dirige.
En mayo último, el republicano prometió una ley para que los residentes en ese estado puedan portar armas sin necesidad de solicitar un permiso.
El político republicano aseguró que esta ley será efectiva antes que termine su mandato como gobernador de esa entidad.
“No puedo decirles si será la próxima semana o seis meses, pero puedo decirles que antes de que deje de ser gobernador, firmaremos eso”, sostuvo DeSantis en sus declaraciones a los medios sobre este tema en el estado de Florida, donde se debe obtener un permiso para poder portar armas en público.
Esta iniciativa del gobernador de Florida se suma a otras de corte conservador que ha impulsado durante este 2022, año en el que DeSantis intenta buscar un segundo mandato y hasta una posible candidatura a la presidencia de Estados Unidos por su partido, como aseguran muchos.
Además de esta posible ley, el gobernador impulsó una nueva ley del aborto para prohibir las interrupciones voluntarias del embarazo después de las 15 semanas, además de una legislación que restringe cómo las escuelas y las empresas pueden hablar sobre raza e identidad de género y un nuevo mapa electoral que, según sus detractores, favorece a los republicanos.
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