El periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso sufrió en carne propia uno de los tantos apagones que padecen los cubanos durante una visita a su natal Pinar del Río.
El comunicador de la televisión cubana visitó este viernes a su familia en esa provincia y fue testigo de la realidad que sufren a diario los pinareños, que calificó de indescriptible y que lo mantuvo a oscuras durante siete horas sin suministro eléctrico.
“Un apagón desde las 3 de la tarde. La realidad de muchos en mi Pinar del Río natal. La épica de los de aquí es incuestionable. Estos días la vivimos juntos. El déficit creciente de electricidad hace muy difícil pronosticar cuando volverá la luz”, dijo Alonso en una publicación de Facebook en la que compartió imágenes del apagón que afectó a su localidad.
Tras el anuncio de las autoridades de La Habana de empezar a programar apagones de hasta cuatro horas en un gesto de "solidaridad" con el resto del país, el periodista aprovechó para dar visibilidad a la “realidad” de los cubanos de provincias y una pincelada de legitimidad popular a la política anunciada por el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata.
“Hay mujeres que cocinaron con leña. En los portales aprovechan el aire fresco que dejó la lluvia de la tarde, los vecinos se reúnen para hablar de cualquier cosa hasta ver ‘si viene’. Mañana volverán al trabajo. Estos momentos, no se describen ni con los más sublimes adjetivos. Respeto. Silencio”, indicó el comunicador.
Preocupadas por el estado de opinión de los cubanos en relación con los apagones y la crisis generalizada que se vive en el país, las autoridades del régimen realizan ingentes esfuerzos por contrarrestar el malestar de la población a base de administrar los cada vez más escasos recursos de una economía colapsada por la incapacidad de sus gobernantes, empeñados en mantener el socialismo como modelo socioeconómico.
Ante los cortes de energía de hasta 12 horas que padecen diariamente los cubanos de provincias, en contraste con los de menor frecuencia y duración que se programan para la capital, la agotada dirigencia del país llama a soportar “apagones solidarios” a los habaneros, una población que preocupa por su tamaño, sus grandes “bolsas de pobreza” y su experiencia en reclamar y ejercer derechos durante las históricas protestas del 11J en Cuba.
Ante la magnitud del desastre en curso y el empeño del gobierno de la “continuidad” en afrontarlo desde la llamada “resistencia creativa”, las autoridades improvisan soluciones populistas y los comunicadores del régimen piden “Respeto y Silencio”, como ofrendas a la abnegada resistencia de la población, que no constituyen otra cosa que veladas pruebas de sumisión.
“Desde que se fue la claridad del día se ven entre una y otra vivienda las linternas que cargaron al mediodía cuando tuvieron corriente”, describe Alonso. La épica de la miseria en Cuba necesita de “poetas” como él, capaces de sufrir en carne propia el látigo y besar diciplinado la mano del capataz.
“Después de 7 horas, llegó”, reportó Alonso desde Pinar del Río, como un vecino más que pasó un tercio del día sin corriente eléctrica, hablando de “si viene, y cuándo, la luz”, viendo a “las mujeres” cocinar con leña en una especie de beatitud que les permite “volver al trabajo” al día siguiente como si nada hubiera pasado, como si siete horas de apagón al día fueran un accidente natural que se sobrelleva con resignación.
En junio, Alonso se refería en sus redes sociales a la “desigual” distribución de los apagones entre los cubanos, subrayando el “privilegio” de los capitalinos, menos afectados por los cortes planificados de suministro eléctrico.
“Cada vez que hablo con mis padres me quedo sin argumentos. Hasta 10 horas en un día sin corriente. Cómo estar tranquilo si desde esta realidad más iluminada que tenemos en la capital el alma está allá con los míos, en medio de tantas vicisitudes”, sostuvo el vocero del régimen, dando “visibilidad” al reclamo de muchos cubanos de provincias que consideran injusta la distribución de la miseria que hace el régimen de La Habana.
"En un gesto de solidaridad con el país, La Habana programará cortes eléctricos de cuatro horas, en el horario diurno (de 10 de la mañana a dos de la tarde), en circuitos de la ciudad, con una frecuencia de cada tres días", informó García Zapata este viernes, asegurando que la medida “permitirá ahorrar combustible y repercutirá en que haya menos apagones en el resto de las provincias”.
Tras describir una escena de apagón en Pinar del Río y hacerse un selfie en la oscuridad, Alonso y los comunicadores del régimen pretenden crear empatía y “solidaridad” en los capitalinos con acciones como estas. “Respeto”, “Silencio”, indicó Alonso ante la oscuridad que sigue extendiéndose sobre Cuba.
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