Una onda de bajas presiones amenaza con convertirse en depresión tropical en los próximos días, según pronósticos del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
“Es probable que se desarrolle gradualmente una zona amplia y alargada de baja presión sobre el centro del Atlántico y se convierta en una depresión tropical a finales de esta semana sobre las aguas al este de las Islas de Sotavento”, apunta el NHC este domingo en su sitio web.
También advierten que otros tres sistemas tropicales están siendo observados por sus equipos, ya que, después de unos tres meses relativamente tranquilos, en septiembre podría activarse la actual temporada ciclónica del Atlántico, que comenzó el 1ro de junio último y cierra el 30 de noviembre próximo.
El parte refiere que la onda de bajas presiones “está produciendo vientos con casi fuerza de un vendaval, pero la circulación permanece amplia con un centro mal definido”.
Asimismo, dicen que hasta ahora “las condiciones ambientales no parecen propicias para un desarrollo significativo, pero como mínimo es probable que se forme una depresión tropical a finales de esta semana, mientras el sistema se mueve lentamente hacia el oeste y luego al oeste-noroeste de 5 a 10 mph, hacia el este y noreste de las Islas de Sotavento”.
Según el NHC, la probabilidad de formación en 48 horas es de 40% y a cinco días de un 70%.
Además, exponen que en el mar Caribe vigilan una vaguada de baja presión que podría desarrollarse sobre el noroeste a mediados de esta semana.
“Las condiciones ambientales podría impulsar un desarrollo lento del sistema a partir de entonces, mientras se mueve hacia el oeste-noroeste sobre el mar Caribe y hacia la Península de Yucatán, México”, indica el parte del NHC.
La entidad añade que en el Atlántico oriental se pronostica que una onda tropical se desplazará frente a la costa oeste de África este lunes y también tiene posibilidad de desarrollo mientras se mueve hacia el oeste.
Por último, el NHC informó que una pequeña baja presión ubicada a unas 600 millas al este de las Bermudas que continúa produciendo lluvias ocasionales y desorganizadas, aunque se espera que los vientos fuertes en los niveles superiores y el aire seco limiten el desarrollo significativo de este sistema, mientras serpentea sobre el centro del Atlántico durante los próximos días, y es probable que se disipe a mitad de semana.
Hasta la fecha, la actual temporada ciclónica ha resultado relativamente tranquila.
Por primera vez, desde 1982, no se reportaron tormentas con nombres entre el 3 de julio y el 22 de agosto, según datos del reconocido meteorólogo de la Universidad de Colorado, Philip Klotzbach.
En lo que va de temporada solo se han formado las tormentas Alex, Bonnie y Colin y ningún huracán. Todas estas se sucedieron antes del inicio del séptimo mes del año.
Los expertos explican que esto se debió al aire seco y polvoriento del desierto del Sahara, combinado con una cizalladura de viento desfavorable, aunque esto podría cambiar en el próximo septiembre, considerado el mes pico de la temporada ciclónica del Atlántico.
De acuerdo con la última actualización de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, para la actual temporada se prevén entre 14 y 20 tormentas, de las cuales de seis a diez podrían convertirse en huracanes, con vientos de 74 mph o más.
De ese último cálculo, entre tres a cinco huracanes podrían ser de gran envergadura, con vientos de 111 mph o más.
En mayo, el Instituto de Meteorología (INSMET) de Cuba pronosticó en 2022 una temporada ciclónica activa, con alta probabilidad de azote de huracanes.
El Centro de Pronósticos dijo que "el peligro de que Cuba sea afectada por al menos un ciclón tropical es alto con un 85% de probabilidad y por al menos uno con categoría de huracán también es alto con un 60%".
Según el INSMET, en la actual temporada se prevé la formación de 17 ciclones tropicales en toda la cuenca del Atlántico Norte, de los cuales nueve podrían alcanzar la categoría de huracán.
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