Las autoridades de Villa Clara alertaron sobre la venta de frijol tóxico que se usa como semilla, y que muchas personas están comprando para consumir, debido a la escasez de alimentos y sus altos precios en los mercados.
Mientras el precio del frijol se ha disparado a más de cien pesos la libra, muchos han optado por comprarlo en las tiendas de la Unidad Empresarial de Base de Semillas, distribuidas en diferentes municipios de la provincia villaclareña.
Pero los expertos advierten que ese grano no debe ingerirse, pues ha recibido un tratamiento químico para protegerlo de enfermedades en los 30 días siguientes a su siembra.
"Podemos decir que es un producto toxico", dijo al portal Soy Villa Clara Allán Ramírez, director de la UEB.
Ramírez dijo que la semilla de frijol se trata con veneno, y algunas personas pueden cometer el error de consumirla.
"Debemos alertar que pueden provocar un accidente a su familia o cualquiera que lo consuma", recalcó.
Según Ramírez, en los últimos días la empresa ha vendido más de 50 toneladas de semilla de frijol en la provincia, a unos 7,500 pesos el quintal (75 pesos la libra).
"Las tiendas se crearon con el objetivo de facilitar que el productor o cualquier persona natural o jurídica que lo quiera sembrar le llegue la semilla tratada de una forma directa y más rápida, evitando una serie de mecanismos que harían más engorrosa su adquisición. (...) Por eso nos preocupa tanto lo que está ocurriendo, porque hoy el frijol negro se está vendiendo entre 120 y 130 pesos la libra, casi el doble del precio de la semilla que nosotros ofertamos", explicó.
El directivo lamentó que para muchos aprovechan la coyuntura para hacer negocio y lucrar con las semillas, pues las compran no para sembrarlas sino para venderlas.
Ello ocurre a pesar de que existe un control sobre las personas que las compran, a las que se les anota el nombre, el número de carnet de identidad, la dirección y a la cooperativa que pertenece.
"Pero si continúa el desvío de semilla para consumo, tendremos que parar su venta en las tiendas y tendrán que venir obligatoriamente a comprarla en el área comercial bajo contratación, para tener un control mejor del uso de la semilla para producir alimentos y que no se desvíe hacia el consumo para lucrar con ella, y provocar un accidente que signifique la perdida de la vida de cualquier persona", aseguró.
Hace dos días, un campesino cubano de 77 años denunció que en el país no hay ni calabaza, "que se da en todas partes", y cuando se encuentra su precio es muy alto.
El hombre escribió a un periodista oficialista para quejarse de que las producciones en Cuba están "de patas pa'arriba", y que una simple hortaliza como esa no se ve en ningún establecimiento estatal ni particular.
"Antes nosotros no sembrábamos calabaza porque las personas la cogían de las cunetas, solares yermos, basureros y en cualquier lugar. Las que se producían eran fundamentalmente para los pueblos grandes, donde se dificulta más encontrarla silvestre", relató.
En medio de la grave escasez de alimentos y de una disminución de las cosechas en los campos, el gobierno prevé fomentar la capacidad productiva del sector agroalimentario y el desarrollo rural mediante convenios de cooperación con otros países.
Esta semana se informó que Argentina comenzará a producir granos en la región central de Cuba, para lo cual importará a la Isla la maquinaria agrícola y los insumos.
Según Jorge Neme, Secretario de Planificación del Desarrollo y la Competitividad Federal de Argentina, la idea es tratar de plantar en diciembre las primeras 2,000 hectáreas, e ir incrementando esa cifra, hasta llegar en marzo a 10,000 o 15,000 hectáreas.
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