El primer ministro Manuel Marrero ha desatado la incertidumbre en el Grupo de Administración de Empresas, S. A. (GAESA), con visitas diarias y estancias de hasta cuatro horas en el despacho presidencial, que apuntan a una reestructuración del complejo militar-financiero-empresarial del tardocastrismo.
Cualquier cambio en GAESA repercute de manera directa en la economía cubana, debido a su peso específico en la banca, el turismo, el sector inmobiliario y el comercio dolarizados, logística y telecomunicaciones.
"Marrero lleva más de dos semanas yendo al (antiguo) edificio de la Marina [de Guerra] y pasando hasta cuatro horas diarias en la oficina que ocupaba Luis Alberto [Rodríguez López-Calleja]; y todo parece indicar que se está cocinando una reestructuración de GAESA", dijo a CiberCuba un funcionario de la entidad, que habló bajo condición de anonimato.
Las fuentes consultadas dan por "decidida" la reestructuración del grupo empresarial, pero no conocen alcance ni calendario, aunque sostienen que "no debe tardar mucho; pese no se haga pública, hasta pasado un tiempo, por la gravedad de nuestra situación económica".
El agravamiento de la crisis económica crónica, las sanciones estadounidenses y la creciente demanda de un sector del tardocastrismo de "desmilitarizar la economía, acabaron convenciendo a Raúl [Castro] de la necesidad de reestructurar, aunque sea formal y parcialmente ese mastodonte en que se convirtió el GAE", sostuvo un ex vicepresidente del Consejo de Ministros.
"Las remesas son una importante fuente de financiación nuestra y, en vez de asumir una postura pragmática, como han tenido que hacer al final, se pusieron a jugar a la soberanía y Biden mantuvo la llave de paso cerrada", recordó, lamentando que el "rejuego" haya agravado la pobreza en Cuba y, encima, "haya generado vías alternativas para la entrada de divisas al país".
"Ahora muchos compañeros critican a Marquitos Portal porque concentró el 30 % de la generación eléctrica en la Guiteras, cuando funcionábamos como una provincia de la Unión Soviética, pero pocos critican a Raúl porque convirtió al GAE en monopolio que -en nuestra condición de país en vía de desarrollo, economía abierta y agredido por Estados Unidos- complicó la situación", sostuvo.
En línea con las opiniones del ex vicepresidente del gobierno, actúa una corriente interna del tardocastrismo, liderada por Ricardo Cabrisas Ruiz y Alejandro Gil Fernández, que apuesta por reducir el peso del ejército en el GAE, por sus "repercusiones evidentes y negativas" en la economía y la política.
Rodrigo Malmierca también es partidario de desteñir de verde olivo la economía, pero "como aprendió a conspirar en la DGI (antigua Inteligencia) y mantiene fidelidad y gratitud a Raúl, nada, pero guarda la ropa", dijo un funcionario del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), uno de los beneficiados directamente por la reestructuración, en ciernes, de GAESA.
"La coincidencia de la pandemia con el ritmo de construcciones hoteleras creó un estado de opinión muy negativo en el pueblo; como reflejaron los partes diarios de la Contrainteligencia", recordó una funcionaria cercana a Gil.
"Díaz-Canel tuvo que mandar a Tapia Fonseca [Jorge Luis] a Ciego de Ávila porque la gente lo pedía, en medio de las muertes por la COVID-19 y el desastre sanitario que provocó", reveló.
"Además, aquí se creó y propagó la tesis de que los militares son mejores gestores que los civiles e inmunes a la corrupción; pero ni una cosa ni la otra y -aunque Raúl dijo varias veces que estábamos al borde del precipicio- el GAE fue blindado", recordó.
"Es muy fácil poner como ejemplo de rentabilidad a empresas militares, pero sin admitir que compiten deslealmente con entidades civiles, porque los militares se benefician de precios reducidos de sus proveedores y fijan sus tarifas de venta, con márgenes de ganancias superiores al resto", subrayó.
Consultado el ex vicepresidente del Consejo de Ministros sobre el dumping decretado a favor de GAESA, aseguró no tener datos, pero recordó "amargas experiencias de las Causas 1 y 2 (1989), cuando un grupo de compañeros militares, autorizados a realizar labores de contrabando, crearon una situación muy difícil a la revolución".
Poco después de la muerte de López-Calleja, Raúl Castro visitó el cuartel general del GAE, S.A. y se marchó "preocupado", pero entonces decidió apostar por un esquema mixto con el general y viceministro de las FAR Joaquín Quinta Solá como supervisor, labor que ya venía ejerciendo debido a la enfermedad del cabezón, y la primer coronel Ania G. Lastres Morera, como presidenta ejecutiva interina.
Entonces, el general de ejército (r) prometió volver, pero -hasta ahora- nunca más lo ha hecho, confirmó el funcionario, que calificó a Lastres como una "compañera capaz y eficiente, que nos trata mejor que Luis Alberto, pero sin las dotes de mando necesarias para tamaño reto; aunque ha horizontalizado la gestión y se apoya en un equipo de compañeros con mentalidad moderna y deseosos de cambios".
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (1)Archivado en: