Un cubano de Matanzas denunció que unos matarifes descuartizaron las vacas de su padre en el mismo patio de su casa.
Elier Jiménez, del municipio Máximo Gómez, compartió en su perfil de Facebook las crudas imágenes de la matanza ocurrida a fines de enero: tres vacas despedazadas, una de las cuales estaba preñada, pues se ve el feto muerto.
"Hasta cuándo este sistema va permitir que las personas que están tratando de sobrevivir sean víctimas de la delincuencia. Se sabe quiénes son y las autoridades no hacen nada", afirmó Jiménez.
"¿Dónde el guajiro va a tener sus animales, debajo de la cama? Hasta en el propio patio hacen esto. Qué leche podrán tener los niños si no va quedando una sola vaca en pie", cuestionó.
Según precisó Jiménez en la sección de comentarios del post, después de más de 24 horas de hacer la denuncia las autoridades no habían ido por el lugar.
"La prioridad de este país no es está, por eso vamos camino a una debacle que no tiene vuelta atrás. Es triste ver cómo nuestro país se cae en pedazos, porque Cuba sigue siendo de todos, de los que estamos y los que han decidido dejarla en busca de un futuro mejor", subrayó.
Elaine Jiménez, hermana de Elier, expresó su tristeza al saber que ni en sus patios los campesinos tienen seguridad, y aseguró que ese tipo de masacres seguirán ocurriendo.
"No van hacer nada para coger a los desgraciados que hicieron esto, por lo que le siguen dando alas a los delincuentes y esto se va a poner cada día peor. Es demasiada la corrupción con la que se está viviendo", lamentó.
Más de 100 personas comentaron en la publicación, indignados por el aumento de la delincuencia en los campos cubanos y la ineficiencia y dejadez de las autoridades.
"El gobierno no hace nada y si lo haces tú por tus propios medios, prepárate para un juicio y multas. Por eso estamos como estamos en este lindo país, qué descaro", dijo una madre de familia.
"Si se pone un cartel de política acto seguido al robo, al momento tienes a media unidad ahí", subrayó un internauta.
"Qué impotencia se siente al ver estos hechos, pero más rabia da ver la poca importancia que las autoridades le dan. Las leyes en este país son absurdas, pero bueno, qué podemos esperar de un país que está sumergido en la miseria, la corrupción, el vandalismo y, si sigo, no termino", lamentó una joven.
"No le hacen nada a los delincuentes porque todos trabajan para ellos, ahora di que te quieres ir para que veas cómo te vigilan y hasta preso te quieren meter", señaló un cardenense.
"Es triste ver estas cosas, saber que la policía tiene un salario súper valorado, que sabe y conoce a los ladrones y no actúan. Hay que coger al ladrón de las manos y llevarlo con 10 testigos y el delincuente llega primero a su casa que el campesino. Y cuando toma la justicia por sus manos, entonces paga como el peor de los asesinos", cuestionó un santiaguero.
Una residente en el municipio Martí reveló que la noche anterior, en la zona del Colmenar, hubo un asalto con tiros y todo.
"Los ladrones están armados; qué van a esperar, que maten a los pobres infelices que trabajan y luchan. Y los ladrones acabando con las vacas y los caballos y cuanta cosa tengan delante", dijo.
Otro campesino de Matanzas señaló que a él, en la zona de Catalina, le robaron dos caballos el sábado a las 9:30 de la mañana.
"Hicimos la denuncia por vía telefónica y todavía estamos esperándolos, lo más probable es que no tengan combustible para venir", escribió.
En enero, fuerzas de la Agricultura y del Ministerio del Interior detuvieron a cuatro hombres por hurto y sacrificio de ganado en Artemisa, en una finca ubicada en la zona limítrofe de los municipios San Cristóbal y Candelaria.
En el operativo se encontró el animal sacrificado, y la carne metida en sacos y en una nevera. A los detenidos se les ocupó un arma de fuego y municiones de otra arma.
En medio de una aguda escasez de alimentos, la incidencia de este delito ha aumentado en Cuba, en lo que ha influido la poca importancia que se les da a las denuncias, la falta de colaboración para identificar a los ladrones y probarles el hecho, y la vigilancia prácticamente nula en muchas zonas.
En provincias como Las Tunas, los ganaderos están preocupados por estos robos, a la par que también continúa la tendencia de culpar a los productores por mantener sus animales sueltos en el potrero.
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