La Empresa de Productos Lácteos de Santiago de Cuba ha recurrido a la harina de arroz y al almidón de maíz en sustitución del estabilizador lácteo, una solución que califican de “creativa” ante la carencia del ingrediente habitual, que achacan al embargo y al incremento de precios en el mercado internacional.
“Antes contábamos con la leche en polvo, grasa vegetal, estabilizador lácteo, colores y sabores para las variedades de yogurt y helados, pero ya no disponemos con esa importación, producto de todas las trabas del bloqueo. Aun así elaboramos el yogurt natural para los enfermos crónicos, dietas especiales y centros hospitalarios, a partir de la leche fresca que proporciona la agricultura”, dijo en declaraciones a la prensa oficialista, Eduardo Griñán Caballero, director de la entidad.
El directivo de la empresa estatal asegura que han trabajado en la investigación y desarrollo, de conjunto con la universidad de Oriente, para elaborar otras variedades de productos creativos: como crema de queso untable y leche de soya concentrada, entre otros.
Griñán Caballero admitió que la empresa opera con pérdidas porque los precios de venta a la población son inferiores al costo de producción.
Según detalló, por cada litro de leche de soya se pierden 6 pesos, ya que producirla, cuesta 11, debido a que el frijol de soya subió al doble en el mercado internacional, y en la leche descremada también se pierde.
“Estos productos al no ser subsidiados, la empresa tiene que buscar otros semejantes de alto valor y vender en algún sector para mitigar el impacto negativo en el resultado financiero”, indicó; y acotó que en lo que respecta a los precios, “en la venta de helados se ha sido flexible sobre todo en las unidades La Arboleda y El Jardín de las Enramadas”.
Griñán Caballero asegura que a pesar de los problemas, ocasionados esencialmente por la falta de materias primas importadas, se mantiene en la provincia la entrega normada de leche para los niños de 0 a 6 años, así como el yogurt o la mezcla láctea con soya para las edades comprendidas entre 7 y 13 años.
No obstante, el director reconoce que la entrega ha decrecido por la sequía y que no satisface toda la demanda para vender de forma liberada.
A pesar del negro panorama, el directivo de la Empresa de Productos Lácteos de Santiago de Cuba, que cuenta con cinco fábricas de helado y tres pasteurizadoras en la provincia, se muestra optimista en ir aumentando poco a poco las producciones.
Entre sus líneas de producción están el yogur de soya, la leche de soya fluida, la leche de soya concentrada, el queso blanco, el queso fundido, crema untable de soya, pasta untable de queso, mezlca para desayuno, refresco instantáneo, refresco concentrado, natillas y helados.
No es la primera vez que se conoce de la utilización de harina de arroz en Cuba como alternativa ante la crisis de alimentos.
En febrero fue noticia que la Unidad Empresarial de Base UEB Confitería Camagüey también emplea dicho producto para la elaboración de panqués.
Ese mismo mes la empresa cárnica estatal de Cienfuegos anunció la elaboración de embutidos con harinas de arroz y yuca, además de maicena.
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