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En medio de una huelga de boteros en La Habana, el taxista Fernando Rafael Gonzalez Colet entregó una carta a la dirección de transporte donde explica las consecuencias para el sector del tope de precios implantado por el gobierno.
"Muchos taxistas privados se vieron ofendidos incluso los usurpados con la tarifa impuesta teniendo en cuenta la crisis que enfrenta el país cuando los mismos taxistas son los que de manera informal por así decir tienen que montar el combustible o pagarlo en el mercado informal hasta 10 veces su valor oficial", explica.
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Agrega que un botero debe lidiar con autos de los años 50, remotorizados, con refuerzos de su carrocería para soportar la pésima infraestructura vial, con cambios al sistema de frenos para hacerlos más seguros, y todas estas transformaciones se hacen sin que el estado venda una sola pieza a precios módicos o asequibles, subrayó.
El litro de aceite de motor cuesta 500 pesos, el aceite de caja diferencial 400 pesos, un litro de aceite Castrol 4.500 pesos y una batería 31.000 pesos.
Esa realidad hace insostenible el cobro del pasaje a 75 pesos como fue topado por el régimen el pasado 9 de junio, explica González Colet.
El taxista entregó la carta a la Dirección General de Transporte Habana el pasado 12 de junio, y ese día se entrevistó con el especialista en atención a la población, compañero Moisés, quien leyó la carta delante de él y le rebatió algunos puntos.
Entre ellos el precio del tope. Según el funcionario hubo una reunión con los taxistas para colegiarlo, y según él todos estuvieron de acuerdo. "Se hizo la encuesta de la tarifa, que nada fue improvisado y todo fue colegiado a todos los niveles hasta llegar a los transportistas y estos aceptaron y hasta fueron ellos quienes sugirieron el precio de esta tarifa, me aseguró el especialista".
Sin embargo, el joven afirma que ningún botero cercano fue invitado a dicha reunión y el funcionario no quiso hablar del "tema precio de partes piezas y agregados".
Según le dijo el estado no tiene solución para ello pero están trabajando con Mipymes y TCP.
Asimismo, el botero organizó una recogida de firmas de taxistas para presentarla en la Dirección de Transporte.
Desde el pasado 9 de junio los boteros cubanos residentes en La Habana se declararon en huelga. Ese día entró en vigor la decisión de topar los precios del transporte privado, que experimentó un aumento considerable, en medio de un déficit de combustible que se ha prolongado por meses.
Hace unos días, estos trabajadores privados alertaron de su intención de no trabajar, en protesta por la imposición de precios que resultan poco rentables y que no se corresponden con la situación del país.
Con la entrada en vigor de las nuevas tarifas para el transporte de pasajeros por el sector privado, las autoridades de La Habana se han lanzado a las calles para detectar a los infractores de la Resolución 132, a quienes sancionan con multas elevadísimas.
"Con el déficit de transporte que hay aquí, los inspectores poniéndome una multa de 10,000 o 15,000 pesos… el precio que les da la gana a ellos. Aquí en el Cotorro, en Siboney", denunció un botero de la capital en una directa de redes sociales.
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