La directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX), Mariela Castro Espín, aseguró que los cubanos están encantados y agradecidos con el racionamiento del Estado y que “la libreta de abastecimiento es maravillosa, [porque] garantiza la distribución equitativa”.
La sobrina del dictador Fidel Castro e hija del general retirado que dejó en el poder a la “continuidad” de Miguel Díaz-Canel, afirmó que, gracias a la libreta de abastecimiento, “a todo el mundo le toca exactamente lo mismo”.
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"Las medicinas en Cuba están absolutamente subvencionadas, la canasta básica de alimentos está absolutamente subvencionada: todos los recibimos de manera equitativa en cada familia. ¡Y la población pide más! ¡Hasta los tabacos y los cigarros pidieron que se los pusieran por la canasta básica!”, dijo la también diputada cubana.
Entrevistada por la diputada trans mexicana María Clemente García Moreno en su canal de YouTube, la sexóloga cubana reveló que no fumaba, pero que “mis tabacos y mis cigarros” se los compra un amigo que sí le gusta fumar.
“Bueno, cógelos tú que yo no los voy a comprar”, dijo Castro Espín, en una argumentación sobre las virtudes del “racionamiento” en la que dejó ver la miserable realidad de los cubanos, a los que no alcanzan las cuotas establecidas de alimentos y otros productos de la canasta básica que el Estado vende a través de la libreta.
Según Mariela, “eso para un país bloqueado es maravilloso porque garantiza la distribución equitativa; a todo el mundo le toca exactamente lo mismo, de acuerdo al número de personas en la familia”.
En casi una hora de entrevista, la propagandista del régimen cubano volvió a exonerar a su tío de la responsabilidad por haber reprimido a los homosexuales. Según Castro Espín, "en las primeras tres décadas... los años 60, 70, 80, había una herencia homofóbica muy fuerte", heredada de "esa sociedad patriarcal capitalista".
En Cuba se dieron "situaciones concretas" de homofobia, pero "ningún campo de concentración en Cuba contra los LGBT", aseveró la diputada de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP). Los prejuicios y la represión en contra de homosexuales “no se lograban superar fácilmente”.
Además, entre otros temas, la hija del general Raúl Castro afirmó que “en el gobierno de Cuba la solidaridad y la sororidad es fuerte en todos los sentidos” y que las feministas cubanas que critican las instituciones de la llamada “revolución” son “mercenarias”, y están pagadas y desacreditadas.
“El socialismo no transforma la realidad por decreto, se construye”, dijo la diputada, celebrando la “democracia socialista” en contraposición con la “liberal”, gracias a que “el proceso revolucionario es garante de todos los derechos”.
También afirmó que, según expertos internacionales, el nuevo “Código de las Familias es el más avanzado y revolucionario del mundo”.
En la entrevista, plagada de los tópicos habituales de la propaganda del régimen y marcada por el discurso incoherente de la funcionaria, también hubo espacio para otra gran mentira de la dictadura cubana.
Alabando los servicios públicos gratuitos, Castro Espín indicó que el “mayor presupuesto del Estado cubano” era destinado para Salud y Educación, contradiciendo los propios datos oficiales ofrecidos por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
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