La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) no pronosticó apagones para este 11 de julio, cuando se cumplen dos años de las manifestaciones populares en contra del régimen y de sus políticas económicas y energéticas.
En su habitual nota informativa por Facebook, la empresa asegura que “la disponibilidad del SEN a las 07:00 horas es de 2,750 MW y la demanda 2,450 MW. Durante el horario diurno no se estiman afectaciones el servicio por déficit de capacidad de generación”.
También expusieron que para el horario pico nocturno habrá cortes del servicio, porque habrá “una disponibilidad de 3,084 MW y una demanda máxima de 3,000 MW, para una reserva de 84 MW”.
No obstante, aclararon, para ese pronóstico en la noche deberán entrar al SEN la unidad 3 de la CTE Santa Cruz con 70 MW, la unidad 5 de la CTE Rente con 80 MW, la unidad 2 de la hidroeléctrica Robustiano León con 14 MW y 170 MW de los motores de la generación distribuida.
Asimismo, informaron que se encuentran fuera de servicio por avería la unidad 3 de la CTE Santa Cruz, la unidad 5 de la CTE Rente y la unidad 2 de la CTE Felton, además de que está en mantenimiento la unidad 6 de la CTE Renté y se mantienen las limitaciones en la generación térmica (425 MW).
Además, en la generación distribuida están indisponibles por avería 893 MW y en mantenimiento 173 MW.
En la jornada de este lunes, tampoco se afectó el servicio por déficit en la generación, aseguró la empresa.
“Pues si en el día de ayer no se afectó el servicio por déficits de capacidad, qué pasó ayer en Las Tunas, reparto Aeropuerto. No tuvimos servicio desde las 7:00 p.m. hasta la una de la mañana, y hasta ahora no veo ninguna información de lo sucedido”, cuestionó una usuaria en los comentarios de la publicación de la UNE.
Otra internauta de La Habana igualmente aseguró que en su área de la localidad de Santiago de las Vegas, en Boyeros, están sin electricidad desde este lunes.
“Asfixiante el calor, injusto estemos teniendo esta situación!!!!Ayer nos vendieron el módulo de pollo a todas las bodegas posibles, porque en la tienda no tienen suficiente refrigeración y fue como para que se eche a perder en las propias casas!!!”, comentó, además, quien exigió el servicio que ella paga.
“Vivimos padeciendo por la comida que logramos, a duras penas, conservar; por el calor que asfixia, porque no podemos subir agua de la cisterna del edificio, que es la forma de abastecernos; porque durante el día es el quita y pon de corriente y se nos pueden afectar los equipos electrodomésticos. Y nadie ve todas las luminarias de las calles (las que funcionan) encendidas las 24 horas del día!!!???? Basta ya, que somos seres humanos y merecemos ser tratados con respeto y dignidad!!! Ojalá y me respondan!!”, concluyó en su argumentación.
Este lunes se conoció que un tribunal militar del régimen cubano condenó a ocho manifestantes con penas de hasta nueve años de cárcel por participar en una protesta en julio de 2022 durante un prolongado apagón en el Consejo Popular Covadonga, en el municipio de Aguada de Pasajeros, en Cienfuegos.
La sentencia, a la que tuvo acceso la agencia EFE, indicó que los ocho varones de entre 19 y 63 años a quienes se juzgaba fueron en su mayoría encontrados culpables de los presuntos delitos de desórdenes públicos y desacato.
Dictada por la Sala de lo Penal del Tribunal Militar Territorial Central, la sentencia número 13 del 2023, estableció penas de prisión de entre dos y nueve años de cárcel a siete de los acusados y "dos años de trabajo correccional con internamiento como alternativa a la privativa de libertad, a cumplir en establecimiento penitenciario" para el octavo encausado.
Además, el tribunal decidió imponerles como "sanción accesoria" la "privación de derechos" durante un tiempo igual a la pena. Durante el cumplimiento de la pena y hasta que no abonen la "responsabilidad civil" impuesta, los condenados no podrán solicitar pasaporte ni salir del territorio nacional.
La protesta en el Consejo Popular Covadonga se produjo en el contexto de otras manifestaciones de descontento de la población cubana, que por esas fechas padecían frecuentes y prolongados apagones, en ocasiones de más de doce horas diarias.
Cacerolazos y protestas en las calles se vieron en pueblos y ciudades del país, especialmente en La Habana, donde las autoridades dieron la orden de reprimirlas con violencia.
En una comparecencia televisiva en junio de 2022, el gobernante Miguel Díaz-Canel admitió ser consciente del clima de creciente descontento popular por los constantes apagones, y aseguró que su gobierno tenía intenciones de controlar la capacidad energética durante el verano.
Unas semanas después de esas declaraciones y en medio del empeoramiento de la situación y del estallido local de algunas protestas ciudadanas, el gobernante pidió a los cubanos no protestar por la falta de electricidad, asegurando que hacerlo sería responder a presuntos planes desestabilizadores contra el gobierno.
En un comunicado emitido por esas fechas, la organización Justicia 11J afirmó que las protestas respondían directamente “tanto a las crisis energéticas y económicas en el país (entre otras, sistémicas o estructurales), como a la falta de libertades y al rechazo a las figuras del poder político y las limitadas vías de participación”.
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