Si hay un dulce que muchos cubanos asocian con su infancia es el masarreal.
Ese pequeño cuadradito de harina relleno de pasta de guayaba sirvió durante años -al menos en los tiempos en que en las escuelas se les daba merienda a los niños- para aguantar toda la jornada de clases hasta la hora del almuerzo.
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El masarreal, también llamado matahambre, junto a la tortica de Morón, los pastelitos y las marquesitas, forman parte de la historia culinaria del cubano del último siglo.
Sin embargo, ahora en Cuba es casi imposible prepararlo, porque lleva ingredientes prohibidos como la mantequilla, cuatro huevos, vainilla, leche o pasta de guayaba.
No obstante, aquel que desee conocer su elaboración para recordar su niñez, pueden ver el modo en que lo prepara la chef guantanamera Dailis Ferrer Moreira, residente en España, quien compartió la receta con sus seguidores.
Aunque ella lo llama masa real, el término que utilizan muchos cubanos es masarreal, y así lo recoge el Diccionario de americanismos.
Receta de masarreal por la chef cubana Dailis Ferrer Moreira
Para hacer este plato se necesitan 1/4 taza de leche, 225 g de mantequilla sin sal (equivale a 1 taza/2 barras/8 oz), 215 g de azúcar blanca, 415 g de harina común de todo uso, 4 huevos L, 1 cucharadas de vainilla, 1/4 de taza de leche, 1 1/2 cucharadita de polvo de hornear, 1 cucharadita de sal y 14 onzas de pasta de guayaba en cortes de 1/2 pulgada de grosor.
El primer paso es cortar una barra de guayaba en tiras y reservar. Además, precalentar el horno a 350F o 180C y preparar un molde cuadrado para hornear de 9 cm por 13 cm.
Se echa la mantequilla y el azúcar en una mezcladora eléctrica y se mezclan durante dos o tres minutos a velocidad alta. Se añaden los huevos uno a uno, y se baja la velocidad al mínimo.
Se tamiza la harina con el polvo de hornear y se añade a la mezcla; enseguida se volverá una masa compacta. Se agregan la sal, el extracto de vainilla y la leche y se bate todo durante un minuto.
"La masa no debe gotear, tiene que quedar espesa pero manejable", precisó la chef.
En el molde para hornear preparado se agrega la mitad de la masa, se cubre todo con las tiras de dulce de guayaba y por último se vierte la segunda mitad de la masa.
Se hornea durante 45 a 50 minutos hasta que se dore por encima. Se saca del horno y se deja enfriar por completo antes de cortarla en cuadrados.
La chef guantanamera Dailis Ferrer creó un proyecto para que no se olviden las recetas de la cocina tradicional cubana.
A finales de septiembre preparó dos tipos de turrones muy populares en la Isla y fáciles de hacer: el turrón de maní tostado crocante y molido.
Semanas antes enseñó a cocinar el rabo encendido, un plato tradicional de sabor exquisito pero que en Cuba está casi olvidado porque es imposible conseguir rabo de toro, su ingrediente principal.
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