Precios en Cuba: Hasta 600 pesos por una libra de tomate

Los cubanos han denunciado el alto precio de los productos agrícolas en el país, especialmente los tomates que llegan a alcanzar los 600 pesos en algunas localidades.

En el grupo de Facebook 360 Holguín Compra Venta Cuba un ciudadano preguntó cuánto vale la libra de tomate porque casi muere de un infarto al escuchar un precio que le propusieron.

El usuario se identificó como Bartolo Zapata, dijo ser productor agrícola y aseguró que en la cosecha pasada vendió sus tomates a 1,500 pesos la caja. Sin embargo, los intermediarios los comercializaron a precios desorbitantes.

"Los están vendiendo entre 500 y 600 pesos la libra", respondió una persona. "A 550 pesos los he visto yo", dijo otra.

Varios usuarios coinciden en que una libra de tomates puede costar hasta 600 pesos en diversos mercados de la capital del país.

El campesino pidió al régimen que para la próxima campaña deje que los agricultores vendan directamente a la población, porque considera que solo los campesinos pueden regular el precio de los productos agrícolas en Cuba, ya que la venta a los intermediarios no favorece está afectando tanto al productor como a la población.

En marzo el campesino Raúl Morales, de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CSS) Manuel Fajardo, en Encrucijada (Villa Clara), denunció la pérdida de su cosecha de tomates por trabas burocráticas del gobierno y responsabilizó a los dirigentes a quienes cree que “no les interesa el pueblo”.

Difundió imágenes de cómo su cosecha de tomates estaba completamente perdida porque el régimen no envió los camiones para recogerla.

“En mi Cooperativa existen 11 puntos de ventas. No es lógico que mi producción de tomate se esté pudriendo en la finca, a pesar de que yo como campesino tengo creadas las condiciones para llevarla al punto, y ninguno me acepta el tomate, teniendo que regresar con las cajas”, se quejó Morales.

Paradójicamente, unos meses antes, en Cienfuegos, el gobierno topó el precio de venta minorista del tomate para frenar la inflación en el precio de los alimentos por la carencia de productos, entre otras razones.