Médico narra lo ocurrido durante fallida operación en Granma: "Nunca había trabajado con tanta falta de recursos"

El médico explica lo que pasó luego de que se sometiera a cirugía de emergencia a un paciente sin recursos médicos indispensables para salvarlo.

Hospital de Granma / Urólogo cubano Aldo Luis Zamora Varona Foto © Alexander de Jesús Figueredo Izaguirre / Facebook

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Este artículo es de hace 1 año

El urólogo cubano Aldo Luis Zamora Varona, del hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo, contó lo ocurrido durante una operación en la que falleció un paciente y por la cual han sido condenados seis médicos de ese centro asistencial.

El hecho ocurrió hace algunos meses, cuando llegó a la emergencia un joven accidentado en una moto, el cual fue sometido a cirugía y falleció. Los médicos Rafael José Sánchez Vázquez, Yoandra Quesada Labrada, Ristian Solano, Elizabeth Silvera. William Pérez Ramírez y Henrry Rosales Pompa fueron llevados a juicio y condenados a dos y tres años de cárcel por negligencia médica.


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Ante este hecho, Zamora Varona, profesor del servicio de Urología del hospital, contó lo sucedido en esa cirugía, donde él participó.

"Soy urólogo del hospital general Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo en la provincia de Granma, Cuba y desde mis inicios en esta institución jamás he vivido tantas carencias de insumos para realizar cualquier operación; hoy el Ministerio de Justicia de nuestra provincia ha cometido una injusticia contra esos médicos, los cuales no han tenido en ningún momento respaldo alguno, ni el más mínimo de parte de las autoridades de salud del Ministerio Provincial, más bien estos han contribuido a la injusta sanción contra estos profesionales", denunció.

Contó que estos funcionarios "no han sido capaces de bajar sus cabezas y reconocer que los verdaderos culpables son el gobierno cubano, el gobierno provincial, la dirección provincial de salud, entre otros, que han permitido que nosotros los profesionales de la salud trabajemos en las peores condiciones nunca vistas ni en el país más pobre del mundo", expresó.

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En su relato dice que cuando el fallecido fue intervenido quirúrgicamente, él se encontraba en un salón de operaciones cercano y pudo participar de la crisis que se vivió en ese momento.

Dijo que había sido llamado con urgencia para realizar una operación a una mujer y cuando acabó se sentó a descansar a un lado del salón, cuando se acercó a él una enfermera llamada Yaquelín.

"Me dice que si por casualidad le podía gestionar una sonda para pasársela al paciente que en el hospital no había ni una sonda de ningún tipo y le comunico que yo había traído una para la paciente que vine a socorrer, pero que no tuve que usar y se la di; no pasaron ni 3 minutos y nuevamente la enfermera Yaquelín viene a mí desesperada y me dice que le pasó la sonda y salió sangre en gran cantidad (mezclada con orina) y me pregunta que quién es la guardia de urología, que los cirujanos generales están pidiendo su presencia con urgencia", explicó.

Cuando la enfermera le comenta que se trataba de una emergencia él decidió entrar al salón para no perder tiempo buscando a otro urólogo y en tres minutos detectó que el paciente tenía trauma renal, y que el riñón izquierdo estaba partido por la mitad.

Zamora Varona decidió extraer el riñón tras constatar que el segundo riñón contralateral estaba en perfecto estado.

"A partir de ese instante todo fue una tormenta (no había la pinza adecuada para pinzar los vasos del riñón, algo imprescindible para realizar dicha maniobra (se llaman clam), no había ese instrumento en la bandeja quirúrgica, tuve que usar una pinza de Kelly, cualquier urólogo que esté leyendo esto sabe que es un disparate, pero para hacer mucho más difícil la extracción del riñón que comprometía la vida del joven paciente, (no había en el salón ni una sutura no reabsorbible) para ligar el pedículo renal y tuve que mandar a rebuscar entre papeles y otras cosas que yo traía en una pequeña carpeta que solía usar y allí se encontró una sola sutura de ese tipo", detalló.

"Si yo no hubiera traído esa sutura el paciente de seguro que hubiera fallecido en el quirófano por falta de insumos indispensables para salvar vidas", comentó.

Agrega que esta situación "es total responsabilidad del deteriorado sistema de salud, lo cual es responsabilidad del gobierno cubano que nos usa y luego nos mete presos y no son capaces de reconocer que ellos son los únicos culpables de esos muertos, que muchos pudieran salvarse en manos de profesionales competentes, pero indefensos. Pido libertad para esos 6 médicos, que son inocentes y pido sean enjuiciados los verdaderos culpables", subrayó Zamora Varona.

Varios médicos apoyaron esta publicación y especialistas como el prestigioso doctor y profesor en Medicina Esequiel Hernández Almeida, con más de 34 años de trabajo en el Hospital Celia Sánchez Manduley, de Manzanillo, se opusieron a las condenas contra los cirujanos sancionados.

Otros han publicado las condiciones precarias en las que trabajan: "Completamente estoy contigo y esos colegas, la disponibilidad de recursos es pésima en cada institución y el estado parece anestesiado, estamos sirviendo de chivos expiatorios para esta lamentable crisis...", coincidió un trabajador de la misma provincia.

"Carencias desde que operábamos con guantes reciclados hasta pasar una sonda de aspiración como sonda vesical, así como usar un tubo endotraqueal cortándole el cuff como tubo endotorácico en una pleurostomía, o cosas más sencillas como dar los puntos de piel con seda (el que sabe de lo que hablo sabe que no es la sutura adecuada además de que la aguja no tiene filo). Siempre los médicos inventamos para salvar al paciente, pero a veces la muerta nos gana. Justicia para esos colegas!!!", subrayó otro.

Una paciente comentó la publicación y dijo que "en el hospital no hay ningún tipo de recurso, lo digo por experiencia propia, yo tuve, al que fue mi esposo un mes y 16 días hospitalizado y tenía que llevar mis propios recursos, incluso ni una inyección para bajar una fiebre. Esos médicos los dieron todo por salvar la vida del paciente, pero lamentablemente no pudo ser salvada la vida".

El médico Daniel Oliva afirmó que el sistema está delegando su responsabilidad como subsistema de salud, como gobierno, sobre la espalda de los médicos condenados.

Relató que "el día 01 de septiembre estando de guardia en el policlínico llegó un paciente infartado, con grave inestabilidad hemodinámica, contaba con los medicamentos, material gastable y personal de enfermería necesario y capacitado, logramos estabilizar inicialmente al paciente y cuando solicité la ambulancia al SIUM para trasladarlo hacia la UCI-E del Hospital Céspedes, la respuesta fue que no había ambulancia y que para el día siguiente tampoco, llamé a puesto de mando municipal, a los del partido y gobierno provincial e igual me respondieron que tenía que hacerse el traslado por medios propios".

Oliva afirma que debió darle esa "lamentable respuesta a los familiares que tampoco contaban con transporte propio o adecuado para ese traslado... transcurrió el tiempo, el paciente volvió a tener inestabilidad hemodinámica grave y falleció en la sala de urgencias del policlínico sin haberse podido trasladar hacia el hospital...".

"Lamentablemente anécdotas de insuficiente gestión administrativas hay varias para contar. que la justicia tome bien la balanza", expresó.

El juicio contra los seis médicos se celebró el miércoles a puertas cerradas en el hospital, donde los acusaron de negligencia en el caso del paciente que falleció durante la cirugía citada.

El doctor exiliado Alexander de Jesús Figueredo Izaguirre dijo conocer detalles del caso y explicó que los médicos debieron someter al hombre –que llegó a emergencias herido tras un grave accidente de moto– a una cirugía a pesar de que en el hospital no contaban con recursos esenciales como material de sutura, sondas de levine, y el tomógrafo estaba defectuoso.

No es la primera vez en las últimas semanas que Figueredo Izaguirre se hace eco de la crisis de insumos en el hospital de Bayamo.

A comienzos de octubre, médicos del Hospital Provincial Carlos Manuel de Céspedes enviaron una carta al doctor exiliado para denunciar la terrible situación que enfrenta ese centro de salud y sus pacientes por la falta de recursos esenciales: vendajes, suturas, sondas de levine, tubos endotraqueales y otros elementos fundamentales para hacer frente a urgencias médicas.

Figueredo Izaguirre llamó a los colegas del sector a defender a los condenados, y a mirarse en esa misma situación. Hace algunas semanas el pueblo de Sola, en el municipio Sierra de Cubitas, en Camagüey, salió a las calles a exigir justicia para un destacado médico de su comunidad que fue acusado de negligencia y está encarcelado.

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