Nicolás Maduro visitó este domingo por la madrugada la tumba de Hugo Chávez, justo el día en que el fallecido líder hubiera cumplido 70 años.
Maduro, quien tras la muerte de Chávez en 2013 asumió el poder ayudado por los servicios secretos de la dictadura cubana, escogió precisamente este día para fijar las elecciones que podrían devolverle la libertad a su pueblo.
Horas antes de acudir a votar a su colegio electoral, Maduro y la diputada a la Asamblea Nacional Cilia Flores fueron al llamado Cuartel de la Montaña, el antiguo Museo Militar, y depositó una ofrenda floral ante la tumba del extinto dirigente.
El dictador afirmó que hoy los venezolanos tienen su batalla de Carabobo y que van directo a la victoria de la paz, la independencia nacional, la tranquilidad, el derecho al futuro y la nueva economía; "la victoria de los que amamos a Venezuela".
"En su honor, hoy daremos una gran batalla por la paz, la vida y el futuro", dijo.
Este domingo a las 6:00 am abrían los 30,026 centros de votación para recibir a los más de 21 millones 392 mil venezolanos mayores de 18 años habilitados para ejercitar su derecho democrático. Otros 69,211 podrán hacerlo desde el exterior.
En marzo pasado, el gobierno venezolano anunció la realización de elecciones presidenciales, tras conseguir la inhabilitación de María Corina Machado, figura prominente en la política opositora, imposibilitada para ejercer cargos públicos durante 15 años.
En medio de un masivo interés en la población por participar en el proceso y una gran expectación mundial, en los últimos días se han reportado denuncias de detenciones arbitrarias de miembros de la oposición, líderes y trabajadores de campaña.
A ello se suman las amenazas de Maduro, quien afirmó que si pierde habrá "un baño de sangre" en su país, una frase que llegó a asustar a su amigo, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
El gran temor es que suceda lo mismo que en 2018, cuando Maduro se reeligió en unos comicios considerados fraudulentos por la oposición y no reconocidos por Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea ni por la Organización de Estados Americanos (OEA), que los tildó de "farsa".
El viernes, el régimen chavista negó la entrada a Venezuela a una delegación del Partido Popular español que viajó a Caracas invitada a los comicios por la candidatura opositora de Edmundo González y María Corina Machado.
Los políticos españoles que integraban la delegación del partido de centroderecha fueron retenidos en el aeropuerto de Caracas, y se les dio la orden de volverse en otro vuelo con destino a Madrid.
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