El gobierno de Santiago de Cuba, provincia que aún está sin conexión al Sistema Electroenergético Nacional y ante la cercanía del huracán Oscar, ha implementado medidas como la venta de carbón y comidas económicas para apoyar a la población.
Yaneydis Hechavarría, Presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Santiago de Cuba, anunció en Facebook una serie de medidas que, aunque necesarias, revelan la precariedad en la que se encuentra la provincia para enfrentar la situación actual de crisis.
Según informó, la venta de carbón y comidas económicas se organizará según la disponibilidad de recursos, lo que evidencia que ambas iniciativas no cubrirán las demandas de la población.
Puntualizó que se ha iniciado la distribución de arroz para completar la entrega correspondiente al mes de septiembre a todos los núcleos familiares, una gestión que llega con considerable retraso pues faltan apenas 10 días para que noviembre llegue a su fin.
El suministro de gas licuado, vital para las familias en medio de una crisis de generación eléctrica, también depende de la capacidad de asegurar la iluminación en los puntos de venta, un esfuerzo que recae sobre los vecinos, quienes han tenido que organizarse para garantizar algo tan básico.
En cuanto a la producción de pan, señaló que el gobierno aplica soluciones a medias, utilizando panaderías con grupos electrógenos para intentar, al menos, cubrir las necesidades del día.
Hechavarría insistió en la necesidad de mantener la disciplina, sin mencionar que las fallas en el sistema son responsabilidad de una gestión que no ha sabido asegurar estos servicios de manera eficiente.
Luego del colapso del Sistema Electroenergético Nacional el viernes último, la región oriental presentaba la peor situación.
Este domingo, horas después de anunciar con entusiasmo la puesta en marcha del bloque de generación No. 3 de la Central Termoeléctrica Antonio Maceo, también conocida como Rente, en Santiago de Cuba, la situación tomó un giro inesperado.
La central, que estaba en proceso de subir carga para su posterior sincronización, sufrió una avería que llevó al colapso del sistema, y como consecuencia, se produjo la caída de un microsistema que beneficiaba a las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo, dejándolas sin servicio eléctrico.
Este domingo, ha sido una jornada intensa y compleja para Cuba. El régimen, luego de presumir que restablecía gradualmente el sistema electroenergético, sufrió en horas de la tarde una nueva desconexión, tras ocurrir un “disparo” en la Central Termoeléctrica (CTE) 10 de Octubre en Nuevitas, Camagüey.
Según una escueta información de la Unión Eléctrica de Cuba tras el mencionado “disparo” se desconectaron las provincias de Ciego de Ávila hasta Holguín y posteriormente el resto de los territorios del país, debido a que también salieron de circulación las patanas que mantenían conectado al occidente de la isla.
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