El proceso de restauración del emblemático Faro Vargas de Cabo Cruz, en la provincia de Granma, ha sufrido retrasos sifnificativos debido a un derrame de mercurio ocurrido tras los recientes sismos de 6.0 y 6.9 grados que afectaron el oriente cubano.
El faro, que data de 1871 y se erige a 34 metros sobre el nivel del mar, sufrió graves daños estructurales, incluyendo rajaduras que han complicado su evaluación y reparación, informó el gobierno de Cuba en el portal de la Presidencia.
Especialistas de GEOCUBA, encargados de diagnosticar los daños, han utilizado drones para realizar un análisis detallado de las afectaciones, mientras se toman medidas de seguridad para limitar el acceso al área afectada por el derrame de mercurio.
Este incidente ha retrasado los esfuerzos de recuperación del faro, aunque la vitalidad de la navegación en la zona se ha mantenido gracias a la instalación de una estructura auxiliar temporal.
El faro de Cabo Cruz, un importante punto de referencia para la navegación en la región, es considerado un patrimonio histórico y cultural, lo que hace que su restauración sea una prioridad en el contexto de la recuperación de la infraestructura afectada por los recientes movimientos telúricos.
Actualmente los especialistas trabajan para devolver este símbolo de la región a su plena funcionalidad.
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