Exencargado de negocios de EE.UU. en La Habana defiende el deshielo con Cuba: "Fue un éxito y sigue válido"

Jeffrey DeLaurentis, exencargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en La Habana durante el proceso de deshielo entre ambos países, aseguró en una entrevista exclusiva con EFE que la política de acercamiento impulsada por la administración de Barack Obama fue «un éxito» y sigue siendo «el enfoque correcto» una década después.

“A pesar de que esta política fue revertida tras dos años, fue un éxito y resuena incluso hoy, pese a los esfuerzos de la administración Trump por echarla abajo”, afirmó el diplomático, quien calificó de "totalmente falso" que el acercamiento haya fracasado.

El embajador retirado, quien lideró la representación estadounidense en Cuba entre 2014 y 2017, resaltó que el proceso iniciado el 17 de diciembre de 2014 entre Obama y Raúl Castro marcó un hito en las relaciones bilaterales tras décadas de tensiones heredadas de la Guerra Fría.

Con amplia experiencia en Cuba desde los años 90, defendió que el enfoque dialogante de EE. UU. permitió alentar reformas económicas y mejorar las condiciones de vida del pueblo cubano. “El aislamiento no ha funcionado en 60 años y, sinceramente, no funcionará”, enfatizó.

Durante el diálogo, el diplomático también rememoró las resistencias enfrentadas tanto en Cuba como en Estados Unidos para avanzar en el proceso.

Señaló que sectores de línea dura, principalmente en el sur de Florida, rechazaron el acercamiento, mientras que en La Habana las autoridades parecían “más incómodas con la política aperturista que con el enfoque duro”.

Tras la histórica visita de Obama a la isla en 2016, Fidel Castro reaccionó con una fuerte crítica, asegurando que “el imperio” no tenía nada que regalar a Cuba, lo que evidenció las tensiones internas del proceso.

Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en 2017, las sanciones contra La Habana se endurecieron y se revirtió gran parte del avance logrado durante el deshielo. Sin embargo, DeLaurentis considera que las bases sentadas entonces son aún vigentes.

Un enfoque vigente ante nuevos desafíos

En un contexto marcado por la grave crisis económica que atraviesa Cuba -con escasez de productos básicos, inflación y un éxodo migratorio sin precedentes-, DeLaurentis insistió en que el diálogo sigue siendo “la mejor manera de avanzar los intereses” de Washington y apoyar al pueblo cubano.

“Durante el deshielo, vimos cómo la mentalidad de los jóvenes empezaba a cambiar. Muchos enfocaban sus energías en el futuro de la isla en lugar de emigrar”, reflexionó.

Con la posible llegada de un nuevo Gobierno republicano liderado por Donald Trump en enero próximo y con figuras como Marco Rubio en roles clave, DeLaurentis reconoció los desafíos para retomar el diálogo, aunque subrayó que el acercamiento de Obama fue popular en EE. UU. y aún tiene apoyo.

“Hay quienes ven el diálogo con Cuba como una prioridad, aunque no la única. En cambio, los defensores de la línea dura suelen colocar este tema en el centro de su agenda”, concluyó.

Por otro lado, el congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart ya aseguró que Trump pondrá fin a las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua cuando esté nuevamente en la Casa Blanca.

Hace apenas unos días, el Congreso de Estados Unidos reabrió el debate sobre el embargo a Cuba, una política que ha dividido durante décadas a demócratas y republicanos, que por un lado dicen que la medida afecta la imagen de Washington y por el otro abogan por duplicar las sanciones.

Mientras tanto, el régimen comunista de La Habana sigue con su línea. El mandatario Miguel Díaz-Canel afirmó el pasado viernes que su gobierno está preparado para enfrentar el regreso de Trump a la presidencia de Estados Unidos.

Preguntas frecuentes sobre el deshielo entre Estados Unidos y Cuba