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De acuerdo con Swiss Info, un nuevo edicto judicial ha entrado en vigor en Suiza. El mismo está relacionado con el método que tradicionalmente se usaba para cocinar las langostas en los restaurantes del país helvético. En una nota difundida en el diario ZME Science se aclara que "los crustáceos vivos, incluida la langosta, ya no pueden ser transportados en hielo o en agua helada" ni ser hervidos vivos.
"Las especies acuáticas siempre deben mantenerse en su entorno natural', dice la nueva ley, que precisa que los crustáceos ahora deben ser aturdidos antes de que los maten.
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Se trata de una medida similar a la que ya se impulsó en Italia recientemente, país donde ha quedado regulado que "los restaurantes no pueden guardar langostas vivas en hielo antes de hervirlas."
"De acuerdo con los datos que conocemos - dice el profesor Robert Elwood, profesor emérito de Ecología, Evolución, Comportamiento y Economía ambiental en la Universidad de Queens, Belfast, "es muy probable que el animal experimente dolor', ya sea durante su traslado en aguas bien templadas, o mientras se hierve en agua.
"Aunque le damos protección a las aves y a los mamíferos, actualmente damos muy poca protección a los crustáceos decápodos, langostas y cangrejos," asegura. Y se pregunta: ¿Qué diferencia existe?
El destacado científico afirma además que "si se aturde eléctricamente, o si el cerebro se destruye mecánicamente, están efectivamente muertos".
Elwood asegura haber realizado varios estudios para demostrar "la inteligencia de los crustáceos", por lo que sugiere que hervirlos vivos y conscientes es inhumano. Los crustáceos, de acuerdo con su experiencia, toman "decisiones serias de vida o muerte cuando están expuestos al dolor."
Elwood dijo estar "contento" de que los gobiernos estén considerando estos datos y hagan los cambios correspondientes, en sus respectivas leyes.
"Es un movimiento positivo. Los suizos están viendo un posible problema y tratando de lidiar con él", recalcó.
"No sé cuántas langostas se hierven en Suiza por año, pero es probablemente una cantidad bastante pequeña en comparación con los miles de millones de crustáceos que se utilizan cada año en la cadena alimentaria humana", aseguró.
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