Se llamaba Yandro Enrique González Mendez, era propietario de un restaurante en Centro Habana y tenía fama de ser "un buen hombre". Antes de subir al vuelo DMJ0972, que se estrelló el viernes pasado cerca del aeropuerto internacional José Martí de La Habana, envió un mensaje de texto a su familia, pidiéndole a su hermano que, si le pasaba algo, se hiciera cargo de su negocio, según publica Granma.
Yandro vivía en La Habana, pero había nacido en Manzanillo, donde su madre Silvia Mendez Enamorado, del Barrio de Oro de esta localidad, fue notificada de la noticia de la muerte de su hijo el sábado por la mañana, un día después del accidente aéreo. Ella aseguró al periodista Giordan Rodríguez que tuvo un mal presentimiento e incluso llegó a persuadirlo de que no cogiera ese avión. Sin embargo, él subió a ese vuelo y sus familiares desconocen el porqué.
Él es uno de los 111 fallecidos en el segundo accidente aéreo más grave en la historia reciente de la aviación civil cubana. En la UCI del hospital Calixto García continúan luchando por sus vidas Emiley y Mailén, dos de las tres mujeres que sobrevivieron a la catástrofe. La tercera, Gretell Landrove, falleció el pasado lunes.
El accidente de avión ha coincidido con las obras de rehabilitación de la planta de terapia intensiva del Calixto García. De haber habido más sobrevivientes habrían tenido que "crear condiciones" para acogerlos, explica el rotativo oficialista.
A Emiley, de 39 años, la han sometido a una traqueostomía, un procedimiento que se hace cuando el paciente lleva entre 5 y 7 días con respiración asistida. Las quemaduras que tiene en la cara, el cuello lo complican más. También tiene quemadas las extremidades y le han detectado fracturas y luxaciones en las caderas, brazos y piernas. Su estado es grave, pero hay esperanzas. Lo peor sería que sufriera un shock prolongado y lesiones cerebrales graves.
Mailén, de 19 años, ha sido operada de una luxación en la columna. Está conectada a las máquinas, tapada hasta el cuello. Lleva un collarín cervical. Tiene un edema en el cuello, debido a una fractura. Tiene además fracturadas la sexta y séptima vértebra cervical; la primera y la cuarta torácica, la primera costilla izquierda y múltiples fracturas en las piernas.
Sin embargo no tiene quemaduras. Al parecer, al partirse el avión, salió lanzada y cayó en algún sitio lejos de las llamas. Ya le están disminuyendo la respiración mecánica y los médicos evalúan las alteraciones que pueda tener en la columna vertebral.
Tanto en ella como en Emiley las tomografías son normales.
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