La Habana, 4 jun (EFE).- La ampliación del acceso a internet en Cuba centró el primer encuentro como presidente de Miguel Díaz-Canel con una delegación oficial de Estados Unidos, que estuvo formada por el expresidente de Google, Eric Schmidt, y el senador republicano Jeff Flake, en momentos de renovada tirantez con el país vecino.
La reunión cobró especial significado no solo por la tensión que atraviesa la relación bilateral, sino porque tanto el mandatario como Schmidt -hoy consejero técnico del gigante tecnológico- son ingenieros electrónicos, lo que hizo que la conversación cobrara un carácter técnico que sorprendió a los visitantes.
Así lo reveló posteriormente en declaraciones a la prensa en senador Flake (republicano), quien aseguró que "eran dos personas que hablan diferentes lenguajes, hablando el mismo lenguaje" y que Díaz-Canel "como ingeniero, hablaba con fluidez sobre este tema, sobre lo que necesita Cuba y los beneficios que proporciona una mayor conectividad".
El índice anual de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) sitúa a Cuba en el puesto 166 de 176 países en cuanto a acceso, y en penúltimo lugar en Latinoamérica, donde solo Haití muestra peores indicadores.
En el último año, el país ha impulsado la informatización de la sociedad y la administración, ha multiplicado las "zonas wifi" públicas y comenzó a ofertar el acceso a internet desde los hogares, que antes estaba prohibido excepto en casos especiales.
Flake reconoció que con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca la relación bilateral ha retrocedido, por lo que a su juicio es el momento de impulsar con más fuerza los viajes, los acuerdos comerciales y la presencia de empresas de EEUU en la isla, algo que puede ayudar a desbloquear el desencuentro político.
"Espero que podamos avanzar con pactos comerciales (...) y que esta reunión posibilite la firma de nuevos acuerdos con Google", indicó el representante por Arizona, que ya ha visitado en varias ocasiones el país caribeño.
Google y Cuba firmaron a finales de 2016 un acuerdo para instalar servidores de almacenamiento de memoria en la isla que permitieran una carga más rápida de algunos contenidos.
La compañía ha sido uno de los gigantes tecnológicos que ha mantenido interés por introducirse en el sector cubano de las telecomunicaciones desde que se inició el deshielo bilateral, aunque hasta ahora su presencia está limitada prácticamente a ese acuerdo.
Pero, según Schmidt, la compañía quiere hacer más: "Cada vez que vengo a Cuba, me impresiona la preparación de los jóvenes emprendedores, y todo lo que ellos necesitan es más internet en todas partes", sostuvo.
Google ofreció hace tres años a las autoridades de la isla ampliar el acceso a internet en Cuba, pero la idea no prosperó y hoy Schmidt no concretó qué tipo de infraestructura han propuesto al Gobierno cubano, o si lo han hecho.
"Creo que sería muy bueno para Cuba tener mejor conectividad. Ahora mismo depende de un cable desde Venezuela, que no es necesariamente el mejor lugar desde el que tener tu cable de acceso. Tener más conectividad beneficiaría a los cubanos, pero les dejaré a ellos decidir la manera", precisó el ejecutivo.
También recordó que pese a la vigencia del embargo, las leyes estadounidenses permiten la conectividad mediante telecomunicaciones -fue una de las medidas ejecutivas que aprobó la administración de Barack Obama para suavizar las sanciones contra La Habana y promover el acercamiento-.
"Es importante que los cubanos puedan acceder a internet al mismo nivel que el resto del mundo. Importa para el desarrollo del país, por la seguridad, educación, la industria médica... El talento del pueblo cubano podría mostrarse globalmente gracias a un mejor acceso", agregó.
Mientras, el senador Flake comentó que "el Gobierno cubano parece complacido con la relación que ya existe con Google, así que hay un nivel de confianza, que es lo que hace falta", y recordó su postura contraria al embargo.
En este sentido, y en referencia a las nuevas limitaciones a los viajes de estadounidenses a Cuba impuestas por Washington en otoño pasado, subrayó que sus compatriotas "aún pueden viajar" a la isla.
Esto y los "retos" por el frenazo al deshielo por parte de Trump también fueron cuestiones abordadas por los visitantes estadounidenses en la "amistosa" reunión con Díaz-Canel.
"Quiero que los americanos sepan que es seguro venir a Cuba", reiteró Flake, en referencia a la alerta de viaje emitida por su país a raíz de unos "incidentes de salud" sufridos por diplomáticos de EEUU en La Habana cuyas causas aún no han sido aclaradas y en los que el Gobierno cubano niega estar implicado.
Confió en superar los "retrocesos" y lograr "más viajes, más compromisos, acuerdos comerciales y compañías estadounidenses obteniendo licencias para operar en Cuba", a la vez que se mostró motivado por la reunión con Díaz-Canel.
Flake aseguró que el gobernante "es muy consciente y está bien informado" y resaltó su vinculación con el mundo educativo (fue ministro de Educación Superior) y sus menciones a "la necesidad de conectar entre sí las instituciones y las posibilidades para el aprendizaje".
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