Vídeos relacionados:
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha pedido mano dura para frenar el acaparamiento y la reventa de materiales de la construcción. "Con eso hay que ser severos", dijo este miércoles durante una visita a la Empresa de Mantenimiento y Construcción Civil y la tienda Los Pinos de la provincia pinareña, según recoge el diario oficialista Granma.
El mandatario también asistió a un debate del proyecto de reforma de la Constitución en la Universidad de Pinar del Río y allí animó a los estudiantes a participar porque, en su opinión, el texto que se apruebe "será muy importante para el presente, pero sobre todo para el futuro del país".
Lo más leído hoy:
Díaz-Canel asegura que la prensa no oficialista miente cuando dice que los cubanos no se interesan por la Constitución. "Ésa es una mentira que se desbarata enseguida, porque los tabloides se han agotado y en muchos lugares nos han pedido que haya otra edición", señaló.
También negó que la consulta popular sea un teatro porque la modificación de la Carta Magna ya está aprobada: "Estoy convencido de que el texto definitivo va a ser más robusto, después que le incorporemos los aportes que está haciendo la gente".
El sucesor de Raúl Castro visitó además la fábrica de conservas La Conchita, que en la actualidad cuenta con tecnología obsoleta por lo que ha pasado de exportar ocho productos distintos a ninguno. La primera mejora comprometida es la de habilitar un sistema de tratamiento de aguas residuales para luego iniciar su modernización, que aún no tiene fecha ni presupuesto asignados.
Granma destaca que durante el recorrido por la fábrica el presidente cubano "se ensució los pies caminando por las líneas de guayaba y fruta bomba" y además felicitó a los trabajadores porque a pesar del deterioro de las máquinas de La Conchita, ésta fue la mejor industria conservera de tomate y mango de todo el país.
Durante ese recorrido, la trabajadora Yusimí Sánchez comentó a Díaz-Canel su disconformidad con el salario que le pagaban en temporadas baja actividad, pese a que lleva 18 años empleada en esta fábrica.
En Pinar del Río, las quejas más recibidas por el presidente se centran en el transporte, acueducto, los precios, los salarios, la disponibilidad de materiales de la construcción y los atrasos en adjudicaciones de viviendas.
Archivado en: