Durante la entrevista que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, concedió a la cadena estatal venezolana Telesur este domingo 16 de septiembre, no faltaron referencias a la evolución de las relaciones con Estados Unidos, sobre las que reconoció que se encuentran en franco "retroceso".
Díaz-Canel precisó que el Gobierno cubano quiere un diálogo, pero precisa que debe ser “entre iguales”, algo que no considera posible mientras que la Administración Trump mantenga una actitud hacia la Isla que ha calificado de "aberrante".
“Queremos diálogo, pero tiene que ser entre iguales, que se nos respete y no se nos condicione nuestra soberanía y nuestra independencia, porque no aceptamos imposiciones y no estamos dispuestos a hacer concesiones", destacó.
"Lo que pasa es que el diálogo también tiene sus reglas, no se puede aspirar a un diálogo entre desiguales, no se puede aspirar a un diálogo donde en una parte haya prepotencia, hegemonismo, presiones; no se puede aspirar a un diálogo donde una parte condicione a la otra a que tienes que renunciar a tu soberanía, a tu independencia; no se puede establecer un diálogo cuando una parte exige que tú te sometas a sus designios."
En este sentido, recordó que el problema de Cuba no es con el pueblo norteamericano, "lo respetamos, lo admiramos lo queremos igual que queremos a los pueblos latinoamericanos", subrayó.
El mandatario de la Isla hizo un repaso de la historia de las relaciones Cuba-EE.UU. en los últimos años, y destacó cómo el histórico "deshielo" iniciado por Barack Obama impulsó el ámbito de las inversiones y el intercambio comercial y en otras áreas entre ambos países.
Sin embargo, ese impulso fue paralizado tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, quien dictó medidas que Díaz-Canel tilda de "inaceptables", medidas solo para "quedar bien" y asumir "determinados compromisos con una mafia anticubana que vive sobre todo en Miami".
El presidente cubano volvió a insistir en la importancia que en su opinión tiene el "bloqueo" de Estados Unidos a Cuba, que ha calificado en la entrevista de "principal obstáculo para el desarrollo del país"; al tiempo que lo ha definido como el aspecto que "más golpea la vida cotidiana de los cubanos y cubanas y también la vida económica y social” de la Isla.
Añadió, además, que es “una práctica brutal” que atenta contra todo un pueblo que, por ese motivo, es “condenado a morir de hambre, a morir de necesidades”.
Ha recordado, además, que el flujo de inversiones hacia Cuba cuesta mucho trabajo porque hay fuertes presiones por parte del gobierno de los Estados Unidos para impedir el desarrollo de la Isla.
Y precisó: “Alguien puede decir 'están obsesionados con el bloqueo' (…) los que han estado obsesionados con bloquearnos son los gobiernos norteamericanos, nosotros queremos vivir en las condiciones normales de un país”.
Díaz-Canel ha subrayado que Cuba no es “una amenaza para nadie”, y reiteró que el Gobierno cubano lo que desea es "una sociedad que tenga prosperidad y el principal obstáculo para eso es el bloqueo”.
Sobre el tema de los presuntos ataques de salud a diplomáticos estadounidenses, ha dicho: "Nosotros no hemos atacado a nadie. Si en un lugar se respetan y protegen los derechos de los extranjeros y en particular los de los diplomáticos es en Cuba".
“Nosotros nos defendemos de ataques, a nosotros sí nos han atacado mucho"; y añadió: "Cuba no ataca, Cuba defiende, Cuba comparte, Cuba es solidaria".
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