Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) y una de las impulsoras de abrir el camino para la futura aprobación del matrimonio igualitario en la Isla, ha roto el silencio en su página de Facebook para apoyar el artículo 68 del proyecto de la nueva Carta Magna que se discute en la Isla para su aprobación.
"Estamos reformando la Constitución, no la Biblia", escribió la hija de Raúl Castro con la etiqueta #68Va.
A Mariela le han cuestionado el silencio de ella, y de su institución, luego de la polémica generada en Cuba entorno al artículo 68 de la nueva Constitución que plantea que "El matrimonio es la unión voluntariamente concertada entre dos personas con aptitud legal para ello, a fin de hacer vida en común".
Varias iglesias evangélicas cubanas han llevado adelante una campaña en la Isla para que las personas voten en contra de este artículo. Miembros de la Iglesia Católica también se han pronunciado para rechazar la posible apertura al matrimonio gay.
Recientemente la presidenta de la Liga Evangélica de Cuba, Alida León Báez, dijo a la agencia Reuters que estaban recogiendo firmas para oponerse a dicho artículo.
"Si no se modifica el tema del matrimonio en el proyecto de Constitución todos votaremos en contra... Si se aprueba, nuestra nación va a la destrucción total", aseguró.
Aunque muchos consideran que el Gobierno ha intentado centrar el debate en el tema del matrimonio igualitario para que los cubanos pasen por alto otros artículos que limitan constitucionalmente todas las libertades políticas e individuales, lo cierto es que no han puesto freno a la campaña de la Iglesia, algo inusual en un país donde las autoridades impiden cualquier tipo de manifestación de ese tipo.
La pasada semana más de 3.500 personas participaron en una ceremonia religiosa contra el matrimonio homosexual en la Iglesia Metodista de Marianao. También han organizado marchas y pegado carteles por todo el país a favor de la familia tradicional.
En septiembre pasado Castro había dicho que que en el tema constitucional ella no imponía ni dicataba nada.
"No impongo ni dicto nada, solo promuevo derechos desde la reflexión y el análisis, desde mi responsabilidad social como directora de una institución científica que entre sus funciones tiene la de promover los derechos sexuales de todas las personas", escribió en su cuenta de Twitter.
"El Gobierno cubano ha demostrado su voluntad política de avanzar en su agenda de derechos humanos pero el oscurantismo, fanatismo y dogmatismo pretende imponer y dictar viejas reglas", agregó.
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