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El vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Ramiro Valdés, pidió medidas más rigurosas ante el robo "para asegurar una adecuada implementación de la política de la vivienda en Cuba", según recogió el diario oficialista Cubadebate.
"Es inadmisible que los recursos no lleguen al pueblo, y por eso se debe ordenar bien el proceso, analizar los problemas existentes y tomar medidas judiciales, políticas y administrativas, cada vez más rigurosas", aseguró durante una reunión en Bayamo.
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En concreto "llamó a organizar el control popular sobre la importante actividad, pues muchos de los instrumentos legales existentes resultan ineficientes". "No estamos haciendo lo que corresponde", reconoció.
De hecho miles de cubanos llevan años esperando que se resuelvan sus problemas de vivienda, muchos de ellos todavía tienen sus hogares afectados por el embate de huracanes.
"La población en general llevan años esperando respuestas, razón por la cual es imprescindible trabajar con celeridad para resolver las afectaciones pendientes y atender prioridades", afirmó.
Aún quedan por rehabilitar más de 239.800 viviendas afectadas por ciclones, de ellas más de 44.000 anteriores al paso del huracán Sandy, que azotó el oriente del país en 2012, según datos oficiales.
Piden a las familias cubanas que se construyan sus propias casas
El pasado dos de noviembre el gobierno de Díaz-Canel instó a las familias cubanas a que se construyeran sus propias casas.
Las autoridades cubanas calcularon que necesitarían una década para solucionar el problema de la vivienda en la Isla.
Un discurso que contrasta con las declaraciones que hizo el gobernante cubano al poco tiempo de ser elegido como sucesor de Raúl Castro.
El pasado mes de mayo Díaz-Canel instó a priorizar el programa de vivienda estatal en el territorio cubano. "Tenemos que trabajar con varias alternativas, con diferentes tipologías de viviendas, porque lo que puede funcionar en un territorio no necesariamente va bien en otro", dijo en aquella ocasión.
La vivienda es uno de los principales problemas sociales de la mayor de las Antillas, un país de 11,2 millones de habitantes que cuenta con más de 3,8 millones de viviendas de las que el 39% se encuentran en regular y mal estado técnico, según los últimos datos oficiales.
Cuba arrastra el problema de la vivienda desde hace décadas, pero a partir de la extinción de la Unión Soviética a principios de los años 90, cuando la Isla vivió una aguda crisis económica, se paralizó en el país la construcción estatal de edificios multifamiliares y disminuyó la producción de materiales.
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