Waldis González Peinado, director general de la Unidad Empresarial de Base Cereales Frank País, de Santiago de Cuba, responsable del abastecimiento de harina en toda la región Oriental cubana, reconoce que el balance de la producción anual de este 2018 "es un golpe muy duro". Estas declaraciones desentonan con las que hizo el Gobierno cubano, hace una semana, cuando aseguró que ya se estaba produciendo harina suficiente para garantizar el pan en algunas provincias.
Según recoge el diario local Sierra Maestra, la empresa ha pasado "de sobrecumplir planes" en 2015 y 2016 a entrar en números rojos desde la segunda mitad de 2017 y todo 2018, cuando empezó a presentar problemas tecnológicos por falta de piezas de repuesto, lo que, asegura el diario oficialista, provocó la caída de la producción.
Entre octubre y noviembre de 2017 recibieron algunos materiales que necesitaban para producir harina porque estaban, incluso, poniendo en riesgo la seguridad de los trabajadores, que operaban directo sin paneles de control de los bancos de cilindros, pero no fue suficiente.
De esta forma pasaron a producir sólo 110 toneladas diarias de harina, frente a las 410 necesarias.
Actualmente la empresa funciona al 75% y no pasa de 360 toneladas diarias. Esto da para cubrir las necesidades de cereal para la elaboración del pan de la libreta, abastecer la Cadena Cubana del Pan y proveer a la industria cárnica para la producción de embutidos, según la prensa oficialista.
"Lo que complica la situación en este momento, es que a partir del déficit del producto en el país, hemos tenido que abastecer a provincias fuera del territorio oriental, lo cual continuará hasta que se recuperen los otros molinos que presentaron situaciones similares de roturas", apunta González Peinado.
La empresa sigue a día de hoy a la espera de piezas y accesorios indispensables para devolver la producción a la normalidad. Mientras tanto, en Cuba el pan en busca y captura. A finales de noviembre la escasez llegó a La Habana.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: