La reanimación del Barrio Chino celebrará el aniversario 500 de la Villa

Emblema de la emigración asiática a Cuba, el Barrio Chino requiere de urgente atención por parte de las autoridades competentes

Barrio Chino en La Habana © CiberCuba
Barrio Chino en La Habana Foto © CiberCuba

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Este artículo es de hace 5 años

El creciente deterioro de las edificaciones que conforman el Barrio Chino, con alto valor patrimonial y urbanístico, precisan de esmerada atención por parte de las autoridades. Y ahora se proyecta mejorar las edificaciones de alto valor para recuperar la zona, a partir del impacto comercial, recreativo y turístico que ella genera.

Se trabajará por una mayor calidad del alumbrado público, en parques y calles; se pavimentarán viales y restituirán aceras, con el fin de recobrar la imagen general del Barrio Chino, y recrear la identidad y cultura de la nación asiática.


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Se prevé el rescate de milenarias tradiciones chinas relacionadas con el arte culinario, la cerámica y la decoración típica de sus instalaciones, teatros y otros. Igualmente, se rehabilitará el periódico chino Kwong-Wah-Po, las tintorerías y las farmacias con su medicina tradicional.

El gran pórtico que anuncia la entrada al Barrio Chino de La Habana, cerca del Capitolio y del Parque de la Fraternidad, constituye uno de los emblemas de este lugar, emblema de la cultura, la religión y las costumbres de los inmigrantes chinos, asentados cerca de la llamada Zanja Real, por donde se administraba el agua potable para el consumo.

En 1858 Chang Leng o Luis Pérez, funda en la calle Rayo y Zanja, una fonda. Al lado Lam Siu Yi abre un puesto de frutas y hortalizas. Esas fueron las cimientes del Barrio Chino de La Habana, compuesto fundamentalmente por las calles Zanja, Rayo, San Nicolás y Dragones.

El Callejón del Cuchillo era uno de los centros del barrio, y en sus alrededores se crearon imprentas, restaurantes, comercios, tiendas, sociedades, teatros, colegios, clínicas benéficas, farmacias, periódicos (tres diarios en idioma chino), bancos, lavanderías, casas de juego, prostíbulos y funerarias.

Después de 1959 muchos chinos emigraron hacia Estados Unidos ç, y sus costumbres poco a poco fueron quedando en el olvido. A partir de la década de 1990, un fuerte proceso de recuperación de las tradiciones revivió el espíritu del Barrio Chino. Se fundó la Casa de las Artes y Tradiciones Chinas y comenzaron a celebrarse el Año Nuevo Lunar y los aniversarios de la entrada de los chinos en Cuba.

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Joel del Río

Joel del Río. Periodista, crítico de arte y profesor. Trabaja como redactor de prensa en el ICAIC. Colabora en temas culturales con algunos de los principales medios en Cuba. Ha sido profesor en la FAMCA y la EICTV, de historia del cine y géneros cinematográficos.


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