Un joven artista cubano llamado Carlos Paz ha experimentado en carne propia las irregularidades del servicio de ómnibus interprovinciales en Cuba. “En medio de la nada. ¡Aquí estamos!”, es la expresión con la que denunció, en su página de Facebook, el haber quedado “congelado” varias horas en la Autopista Nacional por una rotura.
“El ómnibus 1134 que debía salir de La Habana con destino a Trinidad, hoy 24 de enero de 2019 a las 5:45 am, retrasó su salida en la terminal nacional durante 2 horas por defectos en su motor”, relató.
“Finalmente luego de que se pusieran de acuerdo choferes y funcionarios... dieron salida al mismo a las 7:45 am, sin desear siquiera feliz viaje o disculparse por la demora”, añadió.
Según narró, en el kilómetro 114 de la Autopista Nacional, el vehículo tuvo que detenerse por haberse quedado sin aceite, amén de otros problemas. Los choferes contactaron entonces con la base central, de donde les prometieron que llegarían al sitio lo antes posible.
“Lo antes posible” fueron cinco horas. En ese lapso, el trovador pudo atestiguar la penosa situación en que se encontraban los pasajeros del vehículo y describirla con adjetivos como “delicada”, “alarmante” y “desesperante”.
“Podemos decir delicada ya que dentro de la tripulación de 42 personas a bordo, además de viajar ancianos, niños e impedidos..., viajaba de regreso a su ciudad la madre soltera Yenifer Pich, con su bebé Carlos Javier Simó Pich, este con tan solo 42 días de nacido que se quejaba de una incesante tos causada por un leve reforzamiento de pulmones”, describió el artista.
Fueron, dijo, “horas en un lugar desconocido, sin agua, alimentos, ni acceso médico”. Por fortuna, al menos un campesino que pasaba por el sitio se condolió de los viajeros y les regaló algunas guayabas para mitigar el hambre.
“Casos como este –agrega– ocurren frecuentemente en la deteriorada y engorrosa vía que tenemos como autopista. Mediante ella tenemos que circular todos los ciudadanos cubanos y extranjeros que pretendamos viajar a las provincias del interior de nuestro país para visitar a nuestras familias, por cuestiones de hospital o emergencias cotidianas”, escribió.
Paz pregunta, sin embargo, si alguien se responsabilizará por situaciones así, cada vez menos raras, y por su incidencia en la salud y la seguridad de las personas, así como en sus derechos.
“¿Existe interés real en crear un equipo de respuesta rápida en estos casos? (…) ¿Qué tipo de reembolso o remuneración existe por el derecho que tenemos, cuando el tiempo de cada persona en Cuba y el mundo es algo sumamente valioso?”, cuestionó.
El viajero finalizó su post con un llamado a que alguien haga saber a los máximos responsables la gravedad de la situación: “Por si alguien tiene el contacto del ministro del Transporte o de algún alto funcionario, sería bueno transmitirle este mensaje por favor... ¡Aún seguimos en medio de la nada!”, concluyó.
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