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Una encuesta del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) prueba que el rechazo de los cubanos a la nueva Constitución ha crecido en los últimos días y que el 50% de los 8 millones de ciudadanos convocados a las urnas desaprobarán el documento este domingo.
“Más de cuatro millones de ciudadanos -la mitad del censo- mostraría su oposición, a pesar de la prohibición para hacer campaña por el ‘No’ y de la intensa represión contra activistas”, dice la encuesta del OCDH, en tanto exige que la Constitución sea retirada y que se abra un proceso plural y democrático.
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El OCDH denuncia que en la última semana “la Policía cubana ha detenido a disidentes, ha allanado viviendas y ha confiscado el material promocional de la campaña del ‘No’, que grupos de la sociedad civil han desarrollado sin recursos y sin acceso a los medios de comunicación”.
Tras entrevistar personalmente a 1.124 ciudadanos “en todas las regiones del país”, la segunda encuesta de intención de voto realizada por el Grupo de Estudio de las Dinámicas Sociales del OCDH indica que 4.100.729 electores desaprobarán el texto constitucional, ya sea mediante el voto negativo o la abstención, y que 4.539.260 personas votarán a favor del “Sí”.
En palabras de Alejandro González Raga, director ejecutivo del OCDH, “el estudio de opinión deja en evidencia el contundente rechazo de la ciudadanía al sistema imperante en Cuba, el cual quieren perpetuar por medio de una nueva Constitución que suplanta la voluntad popular y esquivando o reprimiendo la pluralidad de la sociedad civil cubana. Hay una mínima diferencia entre el ‘Sí’, que es la única opción que promueve el gobierno cubano a través de los medios y hasta en los estantes vacíos de los supermercados, y las dos opciones de rechazo”.
A tenor con lo que considera la profesora de Economía Laura, de 35 años, “la campaña electoral está prohibida en la actual Constitución, pero eso no se ha respetado. Aquí todo es un relajo. El Gobierno ha hecho de todo para seducir a los electores e influir en su decisión a la hora de emitir el sufragio. Han buscado llegar a la mayor cantidad posible de votantes para convencerlos de que voten por el ‘Sí’".
“Han movilizado todo el activismo de sus militantes, pero no le han permitido a quienes quieren votar ‘No’ difundir su mensaje. Ser revolucionario es tener ideas para mejorar algo y el texto no cambia las esencias de un sistema que solo genera escasez y corrupción. No todo está decidido. Del ‘No’ depende nuestro futuro”, asegura.
Alfredo, agente de Telecomunicaciones, considera que "si se llevará a cabo una votación para que el pueblo decida se le debía haber dado cobertura a las dos opciones: la del ‘Sí’ y la del ‘No’. No es saludable seguir haciendo campañas absolutistas. Los medios de comunicación en Cuba responden a los mismos intereses políticos, mas debemos ser más democráticos y abiertos. No se molestaron en hacer entender que el pueblo tiene dos opciones y no sólo una como han querido imponer".
“Yo llevaré bolígrafo para poder votar ‘No’ sin que nadie pueda borrarlo. Eso garantiza la seguridad de mi voto ya que siempre se pone un lápiz para votar y no creo que sea lo correcto. Vamos a ver si de verdad cualquier persona puede estar presente en el conteo de votos en cualquier colegio a la hora de contar las boletas”, añade el cuentapropista.
Los datos registrados por el OCDH afirman que, de los 8.639.989 electores cubanos, un 1.246.373 no pretende acudir a las urnas, 761.856 votará “No”, 615.493 dejarán la boleta en blanco y 477.007 la anularán.
Visto que la Constitución vigente asevera que una reforma requiere de “la ratificación por el voto favorable de la mayoría de los ciudadanos con derecho electoral”, para aprobarse la nueva Carta Magna se requiere de la mayoría (la mitad más uno) del padrón electoral de la Isla. De manera que, todo lo que no sea “Sí”, será rechazo, incluidas las abstenciones, los votos en blanco y los nulos.
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