A la dura realidad de comer un pan prieto todas las mañanas, elaborado con harina de boniato, y la casi ausencia total de los huevos en las comidas, el santiaguero suma otras dos escases a su vida cotidiana: en las farmacias no hay condones y los estomatólogos no tienen amalgamas.
Al menos en siete farmacias de la ciudad de Santiago de Cuba no hay ningún tipo de condón, ni “Momentos” ni “Vigor”, situación que se repite pues ya antes, en 2014, algo parecido sucedió cuando este producto escaseó en la urbe, y se llegaron a vender preservativos vencidos.
El asunto adquiere matices de alarma pues la provincia de Santiago de Cuba destaca en el país por la alta incidencia de las infecciones de transmisión sexual y el VIH/sida.
“Es dura la realidad del pan, de los huevos, del aceite, para que cuando llega el final del día tampoco puedas tener sexo protegido porque no hay condones”, opina un santiaguero, que luego de visitar varias farmacias de la ciudad, constata la ausencia de ese producto.
Entre los clientes que visitan la red de farmacias de la ciudad emanan criterios como el de un joven estudiante universitario que opina que de qué sirve realizar toda una campaña de concientización entre la población sobre la importancia del sexo seguro y del uso del preservativo si cuando vas a buscar condones para comprar te percatas que no hay: “y lo peor es que no te dicen cuándo habrá, no te dicen nada”.
Mientras, todos esperanzados esperan que no se repita lo mismo que sucedió en 2014 cuando la escasez alcanzó niveles que casi causan pánico en la población.
Por otra parte, ahora mismo los estomatólogos de la urbe extrañan un producto que es básico en cualquier sillón de estomatología: la amalgama.
“Pronto me voy para una beca al extranjero y decidí lo que es rutina entre cualquier cubano que viaja, que es revisarse la boca, y para mi sorpresa las amistades estomatólogas que tengo me aseguran que no hay amalgama para hacer empastes. Resolví con una amiga que trajo de afuera una que es de color blanco, si n, no sé qué habría pasado”, asegura Jorge.
Ahora mismo el producto escasea, y quienes tienen alguna reserva, la guardan para amigos y personas que hacen generosos obsequios.
“Nos dijeron que cuando acabara lo que teníamos que había que esperar que suministraran. Así nos dijeron: guarden para los casos de urgencia y para sus pacientes, no se sabe cuándo llegará”, comenta una estomatóloga.
La escasez cobra dos nuevas víctimas en Santiago de Cuba: la amalgama y los condones, y las personas insisten en una misma interrogante: ¿regresará el Período Especial a Cuba?
De cualquier forma, la creciente lista de ausencias solo dejan ver algunos problemas sistémicos que se agudizan y las inoperantes respuestas para resolver esas fallas.
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