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Por tercer día consecutivo, decenas de niños que viven en Ureña (Venezuela) pero que estudian en colegios de Colombia, en los poblados de Cúcuta y Villa del Rosario, han pedido a la Guardia Nacional que los dejen pasar.
“Queremos estudiar, queremos estudiar”, han gritado los niños en una manifestación realizada este miércoles en la entrada al puente internacional “Francisco de Paula Santander”.
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Sin embargo, la protesta acabó siendo dispersada por uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Hubo empujones e incluso algunos niños comenzaron a llorar tras escucharse una detonación realizada al aire.
Medios de prensa colombianos destacan que los niños y sus padres han protagonizado conmovedoras escenas desde el pasado lunes, y también momentos de mucha tensión.
Piden la apertura de un corredor humanitario por el puente, para no verse obligados a cruzar a través de las llamadas "trochas", caminos que cruzan el río Táchira, que divide Venezuela y Colombia.
El pasado lunes, en las localidades venezolanas de San Antonio y Ureña, una comisión conformada por representantes y defensores de derechos humanos, mantuvieron una reunión con las autoridades militares de la frontera, pero no lograron que se permita el libre paso por los puentes a los estudiantes, como tampoco a pacientes oncológicos y enfermos crónicos.
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