Dos de los tres jóvenes cubanos que ingresaron de modo ilegal a la Base Naval de Guantánamo en febrero pasado han sido acusados este viernes 26 de abril por una corte militar bajo el delito de “desobediencia” y enfrentan ambos más de un año de privación de libertad.
Rafael Baradi Sánchez Ruiz enfrenta una sentencia de un año y tres meses en prisión, mientras que Danner Manuel Estrada Gorra recibió un año y un mes.
La hermana de Sánchez Ruiz, que estuvo presente en el juicio, declaró a Radio Martí que todo el proceso fue un montaje. "No se respetó el juicio, metieron mentiras, en ningún momento había guardias cuando ellos intentaron irse", dijo Lisbet Téllez Ruiz.
La hermana del joven acusado denunció que el abogado casi no pudo hablar durante la reunión judicial. Además, subrayó que trajeron un testigo falso que supuestamente vio a los muchachos entrar al territorio de la Base.
“No lo dejaban ni hablar, y el testigo era un supuesto que estaba ese día ahí, que nunca estuvo", señaló la hermana de Sánchez Ruiz.
De acuerdo con la información brindada por la hermana al medio citado, Rafael Baradi Sánchez Ruiz declaró al presidente del jurado que cuando huyeron no había guardias custodiando la zona por la que ellos accedieron a las instalaciones militares estadounidenses.
Dijo también que no vieron carteles que explicaran que se encontraban en territorio militar.
"Todo eso lo pusieron después (...) que todo el mundo en Caimanera lo vio", afirmó la hermana del joven aludiendo a los días posteriores al suceso cuando vieron instalar luces y señales en las inmediaciones.
El 3 de mayo próximo apelarán la sentencia, según informó la joven.
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