Cubanas consideran una "locura" tener hijos en medio de la escasez de alimentos en Cuba

Creen que tener hijos en un momento así sería una "locura".

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Este artículo es de hace 5 años

La actual crisis alimentaria que atraviesan los cubanos, donde a veces es imposible conseguir el pollo y la libra de malanga cuesta hasta 15 pesos, hace replantearse la idea de tener más de un hijo en una nación que adolece ser un país envejecido.

Para tener una idea del porqué de la situación actual dificulta en extremo la ilusión de muchas parejas basta saber que el pollo y la malanga, en el esquema actual de nutrición de los pequeños de menos de un año, son los primeros que se introducen en la dieta luego de suspender la leche materna.


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La carne de res, igualmente esencial, se encuentra en el llamado mercado informal a 35 y hasta 75 CUP dependiendo de la ciudad donde se viva, mientras que en las tiendas recaudadoras de divisa el kilo cuesta más de 10 CUC (250 CUP).

El pollo, la res y la malanga, son insustituibles en los primeros años de vida de un infante y conseguirlos hoy es una realidad bastante dura para los padres, quienes se han visto obligados a buscar alternativas para llevar estos productos a la dieta de los pequeños de la casa.

Igual que en los llamados años duros del Período Especial, en la actualidad es una bendición tener uno de esos trabajos en los que se puede “resolver” algo de comida: centros estatales vinculados a la elaboración de alimentos, el sector del turismo, en escuelas, hospitales…, por citar algunos.

“La familia de mi marido trabaja en gastronomía y de ahí salen los pollos de mi hijo, pero este ya tiene siete años y puede comer otras cosas, no depende de eso solamente", comenta una madre muy preocupada pues su segundo pequeño está por nacer.

¿Te imaginas un bebé de meses ahora que conseguir pollo se ha vuelto una carrera de relevo, donde uno le coge turno a otros y se vigila el momento en que abastecen las tiendas, y también de obstáculos pues hay que sortear los que se cuelan, la mala forma de la gente y hasta la policía que organiza la cola, y un sinfín de problemas?”, agrega.

Algunos van un poco más allá, porque la necesidad obliga a recursos extremos.

“En la tienda cerca de mi casa, cuando llega el camión con los pollos, enseguida se forman las colas. En el horario de la noche sacan por la puerta de atrás las cajas. Hay un carro negro que se parque y se lleva de diez en diez las cajas", comenta una abuela de esas a las que el desespero le ha hecho ser más flexible en lo que antes no se atrevía ni a intentar.

"Yo lo vi y un día que intenté comprar pollo me dijeron que se había acabado y le dije, de esas cajas que van a sacar para el carro negro, me dejas una si no quieres que hable más de la cuenta y con quien no te conviene… y me la dieron. Por mi familia, lo que sea, sobre todo por mis nietos”, rememora.

La realidad en Cuba se pinta bien fea por estos días: hay un saber popular que dice que cuando la cotidianidad suele ser bastante ruda con las personas, suelen aflorar en ellas los peores ejemplos de la deshumanización.

Hay quien asegura que por más de diez años no se veía a las personas como loca buscando pollo de un lugar a otro, yendo de una tienda a la otra, y literalmente corriendo cuando se enteran que sacan el preciado cárnico en un lugar.

“Mi primera hija la tuve en el año 92, yo la llamo hija genuina del Período Especial. A duras penas dejaba atrás la adolescencia y la tuve, no medía bien las consecuencias de mis actos. El segundo llegó poco tiempo después. Hoy ella está pensando en tener su segundo hijo y en la calle se habla de un segundo Período Especial", comenta otra abuela.

"Yo la apoyaré en lo que sea y hasta el final, pero ella no imagina cuan duro es para los padres, la familia, y hasta para la propia criatura, llegar al mundo en momentos de penurias. Yo lo viví en carne propia y no lo quiero para ella. Nadie debería vivir la maternidad, haciendo de todo para sobrevivir, desde trabajar en el horario de descanso de la criatura hasta estar de cola en cola comprando cosas, en el mercado ilegal, o donde sea”, concluye.

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