El senador por el estado de Florida, Marco Rubio, ha declarado en una entrevista que el gobierno de Estados Unidos no iba a permitir que “el sistema que existe hoy en Cuba se convierta en algo normal, permanente y aceptable”.
De ahí que la administración de Donald Trump haya activado el título III de la Ley Helms-Burton y aprobado las nuevas sanciones al envío de remesas y los viajes a Cuba, señaló Rubio. Estas medidas están condicionadas, además, por el apoyo que el poder cubano ha dado al régimen de Venezuela, recordó el senador.
Su afirmación se dio en el contexto de una conversación sobre el ascenso de la tensión entre Cuba y Estados Unidos y sobre el aumento preocupante de las amenazas, la represión política y la violencia contra la disidencia en la Isla, por parte de las fuerzas policiales del gobierno.
El periodista y presentador del programa Al Punto Florida, Ambrosio Hernández, recordó a Rubio la manera violenta y despiadada en que fue detenida Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, en los días festivos de la Semana Santa este abril.
En esa ocasión, miembros de la seguridad del Estado y la policía golpearon a la activista y además la arrastraron por un tramo de calle en las inmediaciones de la sede de la organización.
“Debemos seguir tomando las medidas necesarias para estar no solamente comprometidos con la democracia, sino también con todos los que se juegan la vida a favor de la libertad” en Cuba, señaló Rubio.
Refiriéndose a la cúpula de los Castro, Marco Rubio afirmó que “ellos quieren dejar como algo permanente un sistema de gobierno que no es legítimo”.
Agregó que Estados Unidos debía dejar muy claro, a través de su política, que una dictadura como la de Cuba no es un sistema democrático distinto ni un sistema aceptable.
Dijo que deseaban a Cuba “lo que tenían el resto de los países de América Latina -excepto Venezuela y Nicaragua-, una democracia en la que el pueblo pueda escoger sus propios líderes”.
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