Francisco Jiménez es uno de los damnificados del tornado que afectó a diferentes municipios de La Habana el 27 de enero pasado. Reside solo en Guanabacoa y según cuenta al periódico oficialista Juventud Rebelde le fue entregado un subsidio para reconstruir su vivienda.
En una carta enviada al rotativo cubano narra que luego de hacer los trámites llegó al punto de venta de materiales de la construcción conocido como El Tranvía. Aunque había disponibilidad de materiales no pudo realizar su compra porque no tenían en el “rastro” una pala mecánica, necesaria para su distribución.
Ante la ineficiencia de los responsables él consiguió, tres veces y por sus propios medios, la pala mecánica.
“La primera vez fue muy rápida y urgida la gestión, pero estaban despachando a otro beneficiario de subsidio. Y en las otras dos ocasiones, no había camión de volteo” cuenta el diario cubano.
También explica Francisco que en marzo pudo, al fin, comprar los bloques y el acero, pero faltaba el cemento y la arena.
“Ya hace un tiempo que no hay camión, cosa que conspira contra el despacho. Y los materiales escasean” contó en su carta enviada a la prensa oficialista cubana.
Francisco también duda de que cumplan con la fecha dada del gobierno para concluir con la reparación o construcción de las viviendas afectadas por el tornado. “Existen varios casos similares al mío” concluye.
El gobierno provincial se comprometió a que en septiembre estaría resuelto el problema del ciento por ciento de los afectados. Según trascendió el 80 % de los casos ha recibido una respuesta, ya sea por derrumbe parcial o total.
Sin embargo diferentes denuncias han sido expresadas por los afectados, quienes se quejan de la mala calidad de las obras que se ejecutan; otros piden a Díaz-Canel que se presente en las zonas porque no han recibido una respuesta satisfactoria.
Según datos oficiales con el tornado del 27 de enero fueron afectadas 8.319 viviendas de la capital, de ellas 1.068, calificadas como derrumbes totales.
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