Incluso antes de iniciar de manera oficial los famosos carnavales de Santiago de Cuba, por años ha sido ya una tradición que la calle tercera en el reparto Sueño se llene de viejos aparatos, casi salidos de una obra de ficción, destinados a la diversión de las personas fundamentalmente de los niños.
Cables, artefactos por doquier, vendedores, niños queriendo subir a este o al otro, cualquier aparato parece ser una promesa para la anhelada diversión, y una puñalada sensible para el bolsillo de los padres.
Sin embargo, esta es una de esas típicas escenas del carnaval santiaguero que ahora mismo muchos parece que extrañarán.
¿La razón? La famosa calle tercera de Sueño, tradicional espacio para los pequeños y jóvenes, está casi desprovista de los famosos aparatos, y resulta más increíble aún que esto suceda cuando ya corrió sus cortinas y quedó inaugurado el carnaval infantil que hasta el día 20 de julio amenizará las tardes en la ciudad, como antesala del llamado Rumbón Mayor.
Los vecinos argumentan, por conversaciones que han sostenido con los dueños de los artefactos, que se les ha advertido que solo pueden tener un solo aparato en cada área del carnaval y que, además, les han topado los precios que pueden cobrar, por no hablar de la negativa de los transportistas de trasladarles las piezas hasta la urbe, a veces desde otras provincias cercanas a Santiago de Cuba.
La realidad apunta que en el carnaval hasta lo más mínimo se vuelve popular y, con el tiempo, hasta en una tradición, tal y como ha sido por años la calle tercera de Sueño, un área para los niños y jóvenes con viejos y chirriantes aparatos que, aunque a muchos pueda asustar, son esperados cada año.
Sea la razón que sea, la verdad es que no son pocas las personas que advierten, incluso desde el carnaval infantil que recién inició, que la mayor y más importante fiesta popular de Santiago de Cuba este año viene más discreta y sencilla que en otras ocasiones, un poco menos pomposa y desbordada que lo que todos esperan.
Los investigadores señalan que en sus diferentes etapas de existencia, y por más de tres siglos, el carnaval santiaguero ha sido un medio para disipar las tensiones en los pobladores de la urbe y las preocupaciones en la sana alegría de sus paseos y congas, también en las áreas bailables.
Hace ya un tiempo que se decidió separar los tres carnavales: acuático, infantil y de adultos, que en su conjunto sumergen a la urbe en varios días de festividad.
El Rumbón Mayor, el esperado Carnaval Santiaguero, se realizará este año del 21 al 27 de julio, y han anunciado sus organizadores que tiene entre sus objetivos mantener la tradición carnavalesca en la localidad.
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