Siguen las denuncias por las terribles condiciones del Hospital de Sagua, en Villa Clara

El hospital Mártires del 9 de abril, en Sagua la Grande, Villa Clara, sigue siendo un lugar donde reinan la insalubridad y el abandono.

Una denuncia hecha en las redes sociales saca a la luz nuevas imágenes de este sitio, que más que centro de salud parece un basurero.

Alexander Rodríguez compartió estas fotos en su cuenta de Facebook y asegura que son de este domingo 11 de agosto. En ellas pueden verse los baños del lugar en unas condiciones higiénicas lamentables.

Se trata de la sala 1B, donde coinciden en un mismo espacio deshechos biológicos, orine, heces fecales, puertas casi derrumbadas, agua por el suelo, sarro en los servicios sanitarios, y si la imaginación es lo suficientemente capaz de trasladarle al lugar, podrá sentirse el mal olor, que debe ser casi como un puñetazo en la cara.

Tras la denuncia no ha tardado en aparecer el aluvión de comentarios al post.

“Eso en vez de hospital [es] un centro donde se acumulan todo tipo de bacterias. Pobre del que tenga que caer en cualquier hospital de a pie. Dónde tienen el derecho esos pobres cubanos” son algunos de ellos.

Uno de quienes comenta asegura que hace un tiempo atrás fue a ese mismo hospital y se encontró que en la Sala de Espera había seis perros que tenían sarna.

“Esas imágenes son ciertas. Es un asco, desastre, sucio, asqueroso. Eso no tiene comparación con nada”, agrega.

No es la primera vez que el hospital Mártires del 9 de abril es blanco de denuncias por las pésimas condiciones que tiene.

Un video e imágenes publicadas en el 2018 mostraban el estado del techo, las paredes y puertas y otras áreas del lugar, que fue inaugurado por Fidel Castro el 9 de abril de 1968.

También en Villa Clara el hospital Arnaldo Milián, en la cabecera provincial de Villa Clara, ha recibido duras críticas por las condiciones de insalubridad a la que se exponen sus pacientes.

En un reporte de inicios de este año podía conocerse que uno de los baños del hospital despedían una fetidez que invadía todo el local.

Ante las reclamaciones de los pacientes la conserje se justificaba en su momento: “Me dan cloro y desinfectante, pero por mucho que una se esfuerce el baño siempre va a estar sucio, porque es demasiada gente y no tengo ni agua”.