El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel hace gala de su hastag en redes sociales "Somos continuidad" y sigue con la falta de derechos humanos, impuesta por los dictadores Fidel y Raúl Castro, en Cuba, apunta Louise Tillotson, investigadora de derechos humanos de Amnistía Internacional.
"Las autoridades cubanas siguieron rechazando una multitud de recomendaciones formuladas por otros Estados miembros de la ONU (Naciones Unidas) para que ratificaran incluso los tratados internacionales de derechos humanos más básicos", afirmó Tillotson quien lo ejemplificó con la falta de independencia del poder judicial, "equiparar la legislación penal de Cuba con el derecho internacional" o el polémico Decreto 349 contra los artistas independientes.
"Continuidad significa asimismo que Cuba seguirá siendo el único país de las Américas que Amnistía Internacional, y la mayoría de los demás observadores independientes de derechos humanos, no pueden visitar", denuncia esta investigadora.
Pese a la prohibición expresa de las autoridades cubanas –“Amnistía Internacional no ingresará a Cuba, y que no necesitamos sus consejos” dijo el embajador de Cuba ante la ONU–, esta ONG entrevistó a más de 60 migrantes cubanos en México.
"Díaz-Canel sólo parece querer reforzar esta red de control sobre la libertad de expresión", asegura Tillotson a raíz de un informe elaborado con el testimonio de los cubanos en México, quienes reflejaron que en la isla "seguían utilizándose cargos falsos de delitos comunes, y despidos por motivos políticos de empleos públicos, como táctica para silenciar a quienes criticaban, aunque fuera de forma vaga, el sistema político o económico del país", puntualiza.
El caso más reciente es el despido de Omara Ruiz Urquiola del Instituto Superior de Diseño por su activismo y el de su hermano, el científico Ariel Ruiz.
Precisamente, la acusación a este activista cubano "por presunto “desacato” o falta de respeto a funcionarios públicos", es una de las citadas por la investigadora junto a la condena al Dr. Eduardo Cardet, quien desde el 30 de mayo está en libertad condicional.
Otro de los incidentes más recientes es la condena a un año de prisión del periodista independiente de Cubanet, Roberto de Jesús Quiñones, o la constante persecusión de la Seguridad del Estado a nuestra colaboradora en La Habana, Iliana Hernández.
"Continuidad es también la valentía de periodistas independientes y activistas de derechos humanos que se arriesgan, sufren detención y se atreven a mirar a través de las frías líneas divisorias de la ideología política para pensar en alternativas y cambio", destaca Tillotson en la web de Amnistía Internacional.
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