Por más que los gobernantes echen mano a su manual de eufemismos y se empeñen en redundar como una “contingencia energética coyuntural” la crisis que se avecina, el pueblo cubano, mejor educado en los saberes de la subsistencia que en las gracias de la retórica, amanece desesperanzado.
Al menos la población intuye que coyuntura y período pueden ser sinónimos, y no le bastan las promesas y las risitas analgésicas que se ensayan desde palacio: El fin de la anterior coyuntura, devenida en período, nadie tuvo el valor de decretarlo.
Es viernes 13 en Santa Clara, al centro de Cuba, amanece más temprano. No pocos echan mano a la jaba y salen a la calle a proveerse de algunos alimentos y productos de aseo antes de que la escasez de petróleo sea también escasez de víveres.
No hay gas en las cocinas ni diésel en los servicentros. El dirigente del gobierno en el territorio, un Alberto de apellido López, no tuvo más remedio que desmentir la primera comparecencia del ministro de Energía y Minas en la Mesa Redonda transmitida desde palacio. El titular aseguró que se disponía de suficiente gas licuado, y sin embargo en Santa Clara ya son varios días con “la planta está en cero” y los puntos de venta cerrados.
“Hoy en Villa Clara es verdad que no hay gas en los puntos de venta a la población y hemos tenido una afectación en servicios vitales. Se nos redujeron 19 toneladas y eso ha afectado tanto a hospitales, como hogares de ancianos, y hasta el incinerador. No hay gas, y no hay comercialización, estamos en cero. Puede mejorar a finales de este mes, pero hoy estamos en cero. Él dijo (el ministro) que va a haber disponibilidad de gas hasta diciembre, sin embargo, en Villa Clara no hay, pero estamos seguros de que va a mejorar”, aseguraba López por la radio local CMHW.
Similar a lo que ahora mismo acontece en la capital cubana y otras urbes del país, las paradas comienzan a saturarse y otro tanto sucede con la transportación privada de pasajeros.
“El combustible que tenemos en los servicentros está limitado, y hemos priorizado los servicios vitales, por lo tanto, va a haber una disminución también del servicio privado, aunque el estatal no tenga; el privado tampoco va a tener el combustible y va a colapsar”, aseguró el gobernante.
También dijo que se garantizaría el pase de los principales centros internos de educación en la provincia, como son la vocacional Che Guevara, el Pre Pedagógico y el Instituto Lázaro Cárdenas. “Daremos el pase, tenemos cómo mandarlos para su casa, pero no tenemos combustible para regresarlos el domingo. Saldrán los muchachos el viernes y tal vez no regresen”, sentenció.
La Universidad Central Martha Abreu de Las Villas canceló las actividades docentes para la próxima semana y ha tratado de asegurarse la “evacuación” de los estudiantes becados. Según la rectora, Dra. Osana Molerio, solo deben quedarse algunos alumnos procedentes Camagüey que lo decidan, y aquellos de otras nacionalidades que también estudian aquí.
Igualmente, la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara ha suspendido sus actividades docentes, y según la rectora de esa institución, la Dra. Ivette Molina, sus estudiantes se integrarán a la contingencia epidemiológica que hoy se vive en la provincia, tanto en la destrucción de focos del mosquito Aedes Aegypti como en la detección de pacientes febriles.
No pocos pobladores están seguros de que los altos índices de infestación que ahora mismo se aprecian en la provincia y sobre todo en la ciudad guardan estrecha relación con el deplorable estado de la higiene comunal.
Hoy las montañas de desperdicios siguen creciendo y según las palabras del propio dirigente del gobierno en Villa Clara, no existe otra solución para ese dilema que la incorporación masiva de vehículos de tracción animal.
Explicó durante su comparecencia radial que hoy existen 147 carretones de caballos para recoger la basura de poblados y municipios, aunque la cifra es baja si se tiene en cuenta que se requieren 380. Sobre todo en Santa Clara, la mayor ciudad, el panorama es más complejo, pues hasta el momento solo se dispone de 5 carretones.
“Hoy vamos a hacer una reunión para que los carretoneros cuentapropistas que se quieran unir. Hay algunos que piden una cantidad de dinero que no podemos cubrir con el presupuesto, pero estamos negociando con ellos”, explicó López.
Y es que, si bien en estos días se vive una cruzada contra el cuentapropismo, sector con el cual se tratan de expiar las culpas e ineficiencias administrativas del gobierno, no es posible encontrarles salida a muchos de los actuales conflictos sin su colaboración. No solo son los únicos capaces de garantizar ahora mismo la recogida de desechos sólidos, sino que, además, han sido cuentapropistas los que han garantizado con sus vehículos particulares el pase de algunas de las escuelas internas, tal y como reconoció Yamilé Herrera, subdirectora provincial de educación.
No obstante, el gobierno provincial continúa su presión sobre los cuentapropistas, haciendo ver de antemano que son ellos los culpables de toda tendencia inflacionaria, luego de que el estado cubano asumiera un sorpresivo aumento salarial, una medida de naturaleza política más que económica, por producirse en el peor momento posible, sin estar respaldada por un repunte de los principales indicadores de la economía cubana.
“Lo hemos dicho y lo orientó el dirigente Díaz Canel, se acabaron las alertas, haremos cumplir la ley y tenemos herramientas para quitar licencias, para decomisar los vehículos y aplicar multas cuantiosas. Además, quien tenga que ir preso por especulación va a ir preso, se acabaron las explicaciones”, dijo el mandatario del gobierno en Villa Clara.
En la profundidad de los barrios sobra basura y falta el agua, y en el ambiente pesa ahora, como otra nube densa que se dirime en lo alto, la amenaza de los apagones.
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