Cuando Granma se disfraza del capitán Renault

Sería oportuno que el órgano oficial del PCC explique a sus lectores si “1984” tiene tantas virtudes humanísticas cómo es posible que Cuba no la haya publicado hasta el reciente 2016.

Granma catalogó el libro de Orwell como "el mayor éxito de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)" en su propaganda anti URSS © Collage CiberCuba
Granma catalogó el libro de Orwell como "el mayor éxito de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)" en su propaganda anti URSS Foto © Collage CiberCuba

Vídeos relacionados:

Este artículo es de hace 5 años

Los amantes del cine recordarán aquella escena de “Casablanca”, cuando el capitán Louis Renault llega al Café de Rick y, disparando al aire, ordena cerrarlo porque en “este antro se juega”; pese a que el uniformado acudía cada noche a recoger su soborno por hacer la vista gorda con el juego ilegal.

El órgano oficial acaba de publicar un texto sobre la novela “1984”, de George Orwell, del que destaca su condición de combatiente contra el fascismo y atribuye el éxito de ventas a la labor de la CIA e, indirectamente, tildando de manipulados a los millones de lectores que acudieron a las librerías a comprar el libro y a los que aún hoy siguen haciéndolo.


Lo más leído hoy:


Junto con el “bloqueo”, la CIA ha sido el mejor aliado del tardocastrismo para echarles las culpas de su errónea política, plagada de represión y pobreza; pero lo revelador es que Granma se aparezca a esta hora con ese recado, cuando el Partido Comunista de Cuba está intentando volver a aquella época nefasta de la universidad es para revolucionarios; cuando hay periodistas independientes encarcelados y los disidentes son reprimidos con cárcel, detenciones por horas, golpizas y la lapidación de su reputación ante vecinos y amigos.

El esquema represivo tardocastrista se asemeja al horror descrito en “1984” como si sus métodos operativos hubieran sido copiados del libro; pero lo inaudito del relato de Granma salta en el siguiente desvarío:

(…) la recién fundada Agencia Central de Inteligencia (CIA) pone a punto la compaña subversiva dirigida a “conquistar la mente y los corazones”, principalmente de la intelectualidad europea. A la que atribuye haberse dejado engañar con el argumento de que una vez derrotada la URSS, Estados Unidos lideraría un mundo mejor basado en la democracia, derechos humanos y libertad.

Evidentemente, en la actual coyuntura este disparate –uno más de los que salpican el texto- debió pasar inadvertido para los editores y la directora de Granma. Quizá no haya habido una intelectualidad más antiyanqui que la europea en el siglo XX. ¿Alguien ha borrado de los archivos de Granma los sucesos de mayo de 1968 en Francia o las visitas de Sartre a Cuba?

Y si alguna duda hay sobre la democracia norteamericana, baste citar el triunfo electoral de Barack Obama, un hombre negro, que además tendió la mano a Cuba, que el raulato rechazó atemorizado por la que se le venía encima.

Aquella imagen de un presidente norteamericano, negro, joven y buen orador hablándoles a los cubanos desde el antiguo Centro Gallego de La Habana, quedó grabada en las pupilas de millones de negros cubanos empobrecidos y marginados por el castrismo, un poder blanco y excluyente.

La CIA ha fracasado sucesivamente en seducir a la intelectualidad europea que aún hoy sigue manseando frente a la dictadura cubana. Y para muestra un botón; recientemente, cuando falleció Robert Mugabe, el diario español El País tituló: "Murió el último dictador"; cuando Fidel Castro falleció, tituló: "Murió el último revolucionario"… Y ahora Granma se aparece con que la intelectualidad europea está seducida por la inteligencia yanqui.

La URSS y sus satélites tampoco fueron derrotados por la CIA, sino por sus propias contradicciones y la valentía de Mijaíl Gorbachov y sus compañeros que, entendieron, que el comunismo es un sistema inviable, como se está demostrando ahora mismo en Venezuela, país poseedor de enormes recursos naturales y humanos, que se ha convertido en un estado fallido y productor de emigrantes.

Pero si Granma siente tanta preocupación por totalitarismos ajenos, bien podría evitar remontarse a “1984” y “Rebelión en la granja” y contar a sus lectores esas arcadias felices que son ahora mismo China, Corea del Norte, Nicaragua y Rusia, donde las democracias instauradas por sus aliados no consiguen seducir ni a sus propios ciudadanos, aunque la intelectualidad europea siga manseando frente a ellos.

Y si no fuera mucho pedir, quizá sería oportuno que el órgano oficial del PCC explique a sus lectores si “1984” tiene tantas virtudes humanísticas, y habiendo sido publicada en 1950 por gestión de la CIA –siempre según la versión granmense- cómo es posible que Cuba no la haya publicado hasta el reciente 2016, dejando pasar tanto tiempo en denunciar tan atroz manipulación histórica. Esas omisiones del ¿quinquenio? gris se repiten una y otra vez.

Una pena que Granma no haya leído aún al genial comunista Manuel Vázquez Montalbán y su divertida “Asesinato en el Comité Central”, que cuenta el apuñalamiento del Secretario General del partido, durante una reunión de la cúpula interrumpida por un apagón y el proceso investigativo que se abre, incluido –como no- un ex agente de la CIA que perdió brazos y piernas en Viet Nam, un ex policía franquista, y agentes de la CIA y el KGB y al mítico Pepe Carvalho, que es seducido y drogado por una rubia que sabrá Dzerezhinski para quien trabajaba.

COMENTAR

Archivado en:

Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

+1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada