“Los yanquis siguen apretando pero nosotros seguimos resistiendo y venciendo”, dijo el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel durante su visita este jueves a la localidad de Caimanera.
“Vamos a resistir, nunca nos vamos a rendir y con el apoyo de todos vamos desarrollando nuestras ideas, nuestros conceptos y el país va a seguir avanzando”, añadió el heredero de los Castro con los eslóganes habituales de estos años de dictadura en Cuba.
Díaz-Canel pronunció estas palabras a poca distancia de la base estadounidense de Guantánamo, cuando el país atraviesa una crisis que él mismo calificó de “coyuntural”. Sin embargo, el régimen ha recibido en los últimos meses el apoyo de países aliados como China y Rusia en sectores primordiales como la economía, el turismo, el transporte y la energía.
El sucesor de Raúl Castro oyó antes de esta visita un ofrecimiento del Rey Felipe VI en nombre de España para acompañar a Cuba hacia "un país plenamente democrático". Sin embargo, prefirió atrincherarse en el camino escogido por el régimen.
Sobre las sanciones de Estados Unidos y el el embargo económico dijo que “se han ensañado con Cuba después de haber tenido una política de bloqueo fracasado durante tantos años”.
El gobernante inició su visita al pueblo de 10.000 habitantes con una parada en una sala de cine 3D remodelada en fechas recientes, un restaurante de administración estatal y otros proyectos oficiales en Caimanera, antes de continuar su visita a la capital de la provincia.
Esta constituyó la primera visita al punto de la geografía cubana más cercano a la Base Naval de Estados Unidos en Cuba, adonde llegó después de cumplir atender la visita oficial de los Reyes de España a La Habana.
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