El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, dijo que la producción de alimentos debía verse como un tema de seguridad nacional, según reportes de la prensa oficial.
Mientras su familia disfruta de costosos privilegios, Marrero aseguró en una reunión con representantes del sector turístico que el país necesita reducir sus importaciones y ahorrar electricidad y portadores energéticos, informó el diario oficialista Granma este domingo.
Al mismo tiempo, aprovechó la ocasión para responsabilizar al embargo estadounidense por la deficiente economía de la isla, que ahora debe sobreponerse a una crisis de combustible y abstecimiento de mercancías.
Recordó que Cuba tenía asumida, además de su “resistencia”, la filosofía de “guerra de todo el pueblo” y, por lo tanto, no era sencillo poner “una bota yanqui en suelo cubano”.
Dicha doctrina de combate, ideada por el fallecido dictador Fidel Castro, se expresa en garantizar "a cada cubano un medio, un lugar y una forma de lucha bajo la dirección del Partido Comunista de Cuba”.
Según Marrero, el país ha probado una hostilidad sin precedentes por parte de la actual administración estadounidense de Donald Trump.
La reunión transcurrió en el Hotel Marina del conocido balneario, uno de los principales polos turísticos de Cuba. Allí, el Primer Ministro adelantó que se estaba preparando un parque temático en ese territorio, a la altura de otros existentes en el mundo.
Manuel Marrero, graduado de Arquitectura, fue integrante de las Fuerzas Armadas (FAR) y estuvo al frente del Ministerio de Turismo por 16 años.
Digna de resaltar es su estrecha relación con el general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, exyerno de Raúl Castro y presidente de GAESA, el conglomerado empresarial de las FAR que controla gran parte de la actividad económica fundamental cubana a través de importantes entidades como Gaviota y Cimex.
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